viernes, 3 de diciembre de 2010

Nuestros hinchas lo merecen: Encausar la pasión, potenciar lo nuestro.

Seguimos demostrando que somos incondicionales y que no nos “borramos” como hacen otros cuando las cosas no vienen bien.
Cada Tripero que nos vuelve a elegir mes a mes, reivindica lo que predicamos: no vivimos subordinados a los resultados.
Pero claro, y cuidado: tampoco es cuestión de quedarse con esto y no desear y no tratar y trabajar para que nuestro Gimnasia mejore.
Cada uno desde su lugar. Algunos empujando el carro, otros guiando, otros abriendo camino, hay que intentar que Gimnasia crezca, manteniendo algo intacto: la pasión.
No es “bajar” la pasión para obtener mejores resultados (uno de los absurdos que intentan meternos en la cabeza) No es un cosa u la otra, es simplemente encausar esa pasión.
Cuando obramos “sin pasión” descuidando el patrimonio propició una gran caída y división. Hace no muchos años teníamos un clásico donde el que hablaba de lauros y decía ser “el mejor” caía arrodillado en el Bosque, una y otra vez, el historial marcaba claramente que esa supuesta “superioridad” no se reflejaba en la realidad, al contrario.
Teníamos todo: “La tarde de Moriconi, la tarde de Perdomo, el día del Abandono, el día del Baile, el 4 a 1 dejándolos sin poder pelear el título, los humos azules, las cartulinas, ellos mudos, nosotros con estadio, ellos inquilinos y los 10 años sin perder un clásico en 60 y 118” Teníamos todo esto y nos dijeron que íbamos a hacer un “negoción” que alquilar con ellos era el progreso…Hoy como ayer, empiezan hablando de lo “gratis” como hicieron antes poniendo entradas gratis para que pudiera ir cualquiera y de cualquier cuadro. Esperemos haber aprendido que después, de alguna manera te lo cobran. Cuando pasa el “furor” inicial, las reglas te las cambian y el costo lo pagan los que creyeron en las promesas, de eso no hay dudas.
Nos hicieron elegir el camino de “lo cómodo. Nos decían: “no nos dejemos llevar por los sentimientos y la pasión que nos va a ir mejor, ¡seamos inteligentes! ¡Ahora viene la suerte! hay que pensar en frío” y todo se descalabró. Chau Bosque, chau clásicos. Y ninguno de los responsables que se sentaron a ver como los vecinos hacían trizas lo que habíamos construido en tantos años, pidió perdón o al menos declaró que había sido un error.
¡Qué por favor nos sirva de lección!. Qué nunca más vengan con “negociones” porque ya tenemos que darnos cuenta que es “pan para hoy, hambre, mucho hambre para mañana”. Lo que hoy te dan gratis, mañana de alguna manera te lo cobran. Lo que te lleva a mudarte, de a poco, a un lugar que nunca serás el dueño y que lo diseñó tu contra, nunca puede ser negocio. El verdadero negocio es crear las bases propias para que los recitales pasen por el Bosque y por el poli y la ganancia sea íntegramente nuestras. El verdadero negocio es ser local, bien local en todos los partidos. El verdadero negocio es que las publicidades no sean 14 carteles desiguales sino 1 o 2, bien puestos, bien grandes, prolijos y que se ofrezcan teniendo en cuenta los miles que lo ven directamente y los miles que lo ven por televisión y que la ganancia sea para Gimnasia exclusivamente, no algo compartido. Y negocio, inversión a futuro, es techar la pileta y con la pileta más grande de la zona, sumar deportistas al Bosque todo el año y sumar socios.
Pero el tema que nos meten “negocios” que no lo son en la cabeza, los repiten para que el que no está informado lo crea, como con las propagandas en la tele y después usas shampoo o masticas chicle y no se te borran problemas y no sos más feliz. El negocio es para el que vende el producto.
Acaso: ¿Será negocio que haya que pedir turnos en canchas de fútbol 5 o 8 con anticipación en toda la ciudad y Gimnasia no brinde esa posibilidad?... ¿Se aprovecha el espacio que dispone Gimnasia? ¿No será entonces que los negocios propios están y pueden ayudar en menor o mayor medida al club pero que hay otros intereses o directamente una mirada mediocre?
Gimnasia tiene todo el potencial: multitudes, pasión incondicional, espacios, historia, todo para crecer. Lo que tiene que tener es dirigencias que piensen realmente solo en lo nuestro, defiendan lo nuestro y se trabaje convencido de la grandeza de Gimnasia. Es decir buscando el mejor negocio: invertir para crecer y crecer para ganar.

Rafael Ton