martes, 24 de noviembre de 2009

A nuestra Manera


A nuestra manera…
Publicado en revista Ginasiá! nº2 Octubre 2009
¿Qué queres que te explique? Si nunca entendiste nada.
Si lo que para vos es pasatiempo para nosotros es parte de nuestra sangre.
Si cuando una derrota te pega en la cara te vas en silencio a dormir sin sueño y a nosotros nos encuentra trepados a nuestro alambrado, gritando, con alguna lágrima si queres, pero jamás, jamás, escondiéndonos.
¿Qué queres que te explique?
Qué me encuentro con la mirada de mi pibe, con la mirada del flaco que está al lado mío en la popular y ya se lo que sienten, en cada grito de gol, en la previa o en el festejo final.
¿Qué queres que te recuerde?
Qué mientras vos aplaudías el proyecto del estadio plateista y frío de 25 y 32, nosotros ya saltábamos en nuestro propio templo al grito de que el Lobo es del Bosque.
O querés que te recuerde que nosotros estamos en nuestro bosque pasional, y vos deambulas, buscando comodidad.
O quizás no sabes qué vos vas a la cancha a aplaudir a un jugador y nosotros vamos a entregar el alma en cada grito por la camiseta.
O que nuestra camiseta no cambia de colores como la tuya, es única y representa la fidelidad de una tribu, nuestro lugar, nuestra manera de ser y la tuya está en cientos de equipos, vulgar. Quizás porque la elegiste mirando a Europa. Porque siempre fuiste un medio pelo, mirando babeado los estadios del viejo continente y los festejos medidos, programados. Nunca fuiste Choripán, tren, avalancha de visitante, nunca fuiste caravana de joda, nunca pudiste ser lo original, lo espontáneo, lo pasional.
¿Qué queres que te explique?
Si basta verte siempre con camisetita nueva, con la banderita que compraste cuando se dieron los resultados nada más. Nunca te vi una camiseta gastada, rota. Andas del paso de la moda: con pulseritas, remeritas que dicen “lo vi cuando estaba primero” en cambio nosotros, vos lo sabes: lo vemos siempre, más allá de la tabla de posiciones, estamos presentes, somos inclaudicables.
Si nunca entendiste nada. ¿Qué queres que te explique? Qué mientras vos hablas de un jugador nosotros hablamos de pasión, mientras vos preferís sentarte, nosotros elegimos saltar, que mientras vos te quedabas mudo, nosotros desatábamos la fiesta con bandera gigante con mi Lobo querido o con globos y con papelitos y con bombas de humo y con bombas de estruendo o con cartulinas…sí lo sabes: ahí, donde el fútbol se distingue, se hace popular, se construye mito: mi tribuna-pueblo gana por afano.
¿Querés que te recuerde que no hay copa ni torneo que te pueda llevar a sentir un poco de esa alegría desbordante que llevamos nosotros en cada acto de nuestras vidas, ni ese temple combativo, ni la hermandad a la hora del partido que nos une en un mismo aliento, más allá de lo que suceda en el verde césped?.
Ya es tarde. No te puedo explicar lo que no sos capaz de sentir. Cuando vayas a ese moderno escenario que diseño un simpatizante de tu equipo, mirá a tu alrededor. No te mientas a vos mismo, mirá bien… Vas a ver muchas chicas del centro, con anteojos de sol, mandando mensajitos con el celular nuevo, hablando de las piernas de algún jugador. Mucho escudito discreto. Camisetas con poco uso, nuevitas. Muchos de local y tan pocos de visitante, tan pocos…Si flota la apatía, si elegiste sentarte en una mole sin colores a aplaudir los buenos resultados, esa es tu historia. Hablarás solo de algún resultado de un equipo. No tenes mucho más que contar. Pero sabes bien que de nada sirve un trofeo si no hay sentimiento detrás. El escritor Uruguayo Eduardo Galeano dice “el fútbol sin hinchada es como bailar sin música” y es verdad. ¿De que sirve la gambeta sin el ole resonando en la tribuna? ¿De que sirve una vuelta olímpica para gente que estará presente sólo si no llueve? ¿Qué sería el fútbol, sin el coro de miles de gargantas, sin los miles de saltos, sin los besos a la camiseta, sin las banderas flameando, es decir, todas esas demostraciones de pasión, que a Gimnasia le sobran? ¿Qué sería del fútbol si no hubiera una hinchada como la del Lobo, capaz de un terremoto por un gol? Acaso sería apenas un juego deportivo, como tantos otros, y no un fenómeno social y cultural.
Pero, qué te voy a explicar. Si vos primero miras lo que hacen las tribunas verdaderas, las que se llaman “La 22” por su locura; “La guardia Imperial”, “La Doce”, “Los borrachos del tablón”, “Los canallas” y después imitas, mal. Si ni nombre ni apodo tenés. ¿Te tengo que recordar que en La Plata hay Bosque, no selva? Hasta esa mentira en función nuestra inventaste.
¿Qué te voy a explicar? si vos forzás lo que no te nace hacer. Repetís consignas que no son tuyas, fingís un sentimiento pero nunca te jugaste ni diste un salto de más, porque dependes exclusivamente del resultado. Estas atado a la suerte de un jugador. Vos lo sabes…nunca hablan de vos, hablan de algún equipo. En cambio nosotros despertamos respeto y admiración por nuestra bravura, nuestra resistencia y nuestra locura.
Vos necesitas el resultado para tocar bocina. Nosotros en todas nuestras horas somos: ¡Triperos! de las muelas a los huevos. En cada acto, en la noche de vigilia, en la canción, en el abrazo, en el saludo, en el reencuentro, en el camino hacia el Bosque, en el techo del tren, en el tatuaje de la piel, en la forma y contenido, en la adversidad y en la victoria, en la esperanza, en la búsqueda constante, de cualquier motivo para desatar nuestra alegría… ¡Triperos!
A nuestra manera, muy nuestra, con nuestras creencias, nuestra fe, somos los fieles que hacemos de Gimnasia una religión, del Bosque nuestro templo, de nuestro aguante una identidad, de nuestro pueblo una locura, de nuestra vida una aventura, levantando la bandera de la esperanza, infatigables, siendo un ejército de Lobos que forjan un destino de grandeza que no necesita de triunfos deportivos para crecer y festejar.
A nuestra manera, tan nuestra, y vos algo de eso sí lo sabes, cada vez que nos das por muerto: volvemos a aparecer, de joda, cantando y con los bombos, demostrando que somos incondicionales, y eternos. A nuestra manera, siendo de noche y de día, en cuerpo, acción y alma: ¡Triperos!
(Rafael Ton)

martes, 10 de noviembre de 2009

Sobre el 12-07-09: Publicado en Revista Ginasiá! y leído en Tribuna Gimnasista Radio


Sobre la Hazaña en el Bosque. 12 de julio del 2009(exclusivo para hinchas del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata)
Tengo que pedirle perdón al Tornado Alonso, al Pampa, a Franquito Niell, al Chileno Ormeño, al Gato Sessa, a Mariano Messera, a Maldonado, a Agüero, Cuevitas, a todos; no quiero dejar a nadie afuera, a todo el plantel. Quiero pedirle disculpas de antemano por esta denuncia que tengo que hacer a Walter Gisande, a Escanda, al Negro Vera, a toda la comisión directiva. Lo mismo a Madelón y al cuerpo técnico, al genio que tenemos como coordinador del fútbol profesional: Marito Díaz y al utilero, y a todos, pero me veo en la obligación de decir algo que sucedió y que fue ignorado por los medios pero…es lo que ocurrió, aunque la televisión no lo mostró, aunque nadie escribió esto en los diarios.Y conste que creo que no es tiempo de venganzas, ni dedicatorias a los que prendieron las velas antes de tiempo. Tampoco son horas para acordarse de cierto “pecho frío” que acompañado de su escribano, abandonó el compañerismo y demostró que solo le importa el dinero (eso se termina pagando en esta vida).Pero la verdad es la verdad y lo tengo que decir.¿Acaso no es verdad que el viernes anterior al partido con Rafaela querían sacar al Lobo del Bosque? si. Es verdad. Y finalmente no pudieron. Porque cientos de Triperos fueron a la sede, porque la Comisión Directiva hizo todo lo posible, porque era una maniobra para perjudicarnos. Pero no lo lograron. Terminé esa noche leyendo un texto en las escalinatas del poli. Y luego cumpliendo con la cábala: en el bar “Serrano” en 14 y 57 con una “Patria Gimnasista”. Terminamos saludándonos, diciendo cosas como: “Che Andrés, nos vemos en el Bosque, en el mismo lugar en la popu, ¡llevá el pulóver que te tejió tu vieja!”. El ritual continuaba. Una vez más, defendíamos nuestra casa, nuestra localía.Y llegó el domingo 12 de julio de 2009. Y como a Vélez, el actual campeón, y como a Huracán, el mejor, y como a Lanús, como a Colón, como a Jujuy que había que ganarle si o si, y remontándonos más en el tiempo, como a Racing en el ascenso, a River en la Copa Centenario, como a los vecinos que estuvieron 10 años sin ganarnos un solo partido en 60 y 118, como al Boca campeón de América que venía de ganar en el Morumbí…en el Bosque se preveía otra victoria nuestra. Lo que quizás no se sabía era si iba a alcanzar.Sabíamos sí, que un gol de Cuevitas podía hacer saltar Coronel Pringles o sabíamos sí, que iba a estar todo repleto - como sucedió - o que la noche anterior Lucas de La Granja y una banda de Triperos durmieron en el Bosque, centinelas de su casa, cuidando lo nuestro, como debe ser. Sabíamos que Oscar Salas y su hija Sabrina habían regado el campo de juego con agua bendita, pasando el vallado policial y batallando casi con la seguridad privada. Sabíamos que algunos locos habrían estado haciendo ruido en la noche porteña, cerca del hotel donde pretendían descansar los jugadores de Rafaela. Sabíamos que había promesas que no se pueden ni decir, de toda índole y que el partido se jugaba en una fecha que era casi una profecía: el mismo día del cumpleaños del Doctor René Favaloro.Y también es verdad que hubo pronósticos acertados y otros no. Alguno que dijo que el árbitro estaba comprado y que nos iba a dar dos penales…y ocurrió casi al revés: expulsó dos jugadores, permitió que los jugadores de Rafaela estuvieran más en el suelo que jugando y no cobró una claro mano de Cravero. Y, quiero contarlo: me llegó un mensajito de Dieguito Galliani (autor con Alejandro Petreco de los videos documentales sobre el Negro Jose Luís y el Loco Fierro) que recibí en la mañana, antes del partido y decía algo así: “los goles pueden venir en los últimos minutos…. Si alentamos todos, lo damos vuelta”…¡un gurú Dieguito!.Y es que somos así. Un dato no menor: a pocas horas de perder en Rafaela 3 a 0, volviendo seis triperos en el auto de Christian, recibí un mensaje de “Polito”, Alejandro Castellanos que decía: “amor, coraje, fuerza y esperanza! Eso es lo que mi viejo me enseñó de Gimnasia. El domingo festejamos todos juntos!” y el gordo tenía toda la razón. Y desde esa derrota hasta el domingo recibí todos pero todos, mensajes positivos, optimistas. ¡Qué raza maravillosa somos, aunque a veces no lo valoremos!...De Ariadna Rueda y de Taty, Mauro Coronato, Diego Patiño, Diego Nuñez, Solcis Yalet…es que nadie abandonó la esperanza. Eso es Gimnasia.Y llegó el partido y acá va lo que tengo que aclarar, y lamento sacarle mérito al petizo Niell pero lo tengo que decir.Estaban en la platea H, atiborrada de hinchas, muchísimos triperos, lleno todo, y ahí, cerca del alambrado: Chiquito Giorggi, Huguito Castagnaso, Angélica Magallanes y otros más. Habían bajado de la bandeja alta, los nervios los habían empujado. Pedro Vecchiarelli abrió disimuladamente el boquete, tapado por Elbio Guadarrama, Fausto Lara y José Lucero. Y se ve que ni la policía ni la televisión llegan a ver eso que los triperos sí vemos. Entonces no prestaron atención, ni pusieron cordón policial.Y entonces a los 25’ veo que por el hueco en el alambrado entra Emanuel “Chirola” Lorea y al segundo, Ángel Urquía, y así todos empezaron a entrar al campo de juego y arriba mío, trepado acalambrado: “bombom”, les hacía señas desde la popular que sí, que se metan. Entonces lo veo a Maxi Albanesse corriendo al lado del Pampa cuando saca el centro y el tornado Alonso la mete en el arco; y pensé: “lo anulan, esta lleno de triperos el campo de juego” pero el árbitro nada… ¿La televisión dice algo? pregunté por celular, che, hay extraños en la cancha…pero por suerte, nadie dice nada. No los vieron, no los ven. Es una capacidad de los Triperos, nada más.Y a los 43’ todos para adelante, parecía que nos íbamos a caer de la tribuna del bosque, que se inclinaba hacia el campo de juego alentando y viene el segundo gol. Y veo hinchas en el campo, abrazados, festejando.Y ahí viene lo mejor, lo que tengo que contar porque es la pura verdad, ya en un minuto adicionado, los nervios le jugaron una mala jugada al gordo Montesino pero le salió bien…nos salió bien. Fue la desesperación. Es que el gordo, toda la vida siguió siendo aquel pibe que a los 13 años se escapó de su casa para ir a ver un amistoso con Guaraní Antonio Franco en Misiones. El mismo que algunos creen que falleció tras una asamblea en la sede defendiendo al Lobo. Y además, usted o yo, tripero, hubiéramos hecho lo mismo, carajo. Y allí estaba tu abuelo quizás, tu viejo, nuestros viejos queridos, metidos en nuestra cancha. ¡Sí los estoy viendo! Y recuerdo perfecto: Chiquito Giorggi le gritó a Cuevitas “tira el centro pibe”, Oscar se acercó al petizo Niell - después de todo Niell tenía el número 22 en la espalda - y tomándolo fuerte con sus manazas tripas, aferrándolo de la parte de atrás de la camiseta y cuando venía el centro pasado de la izquierda que mandó Cuevitas, lo hizo flotar en dirección a la pelota, directo al cabezazo, directo al corazón del Lobo, directo al gol que sepultó a unos pocos y metió a los barrios y al pueblo tripa en 7 y 50, feliz, feliz, feliz.Lo tenía que decir, es la verdad, vos sabes tripero, que es verdad. Un tipo de Primera, el gordo Oscar Montesino, y ahora sí, está festejando como todos. ¡Te pasaste Gordo!, gracias a vos, gracias a todos, porque en realidad se pasaron todos los hinchas del Lobo. Elegimos alentar en lugar de putear, elegimos Gimnasia, sufrimiento y goce místico que en definitiva nos hace sentir y ver más que otros. Porque todo lo hacemos con el alma de fierro que tenemos, azul y blanca.Pensar que cuando lo expulsaron al Pampa, otros hubieran elegido el camino del abandono o del quilombo, nosotros seguimos alentando y entendimos los nervios de un hincha más que estaba como todos nosotros. Pensar que nos daban por muertos…a nosotros. No nos conocen. Así hubiera pasado lo peor: el Lobo, su casa y su gente siempre, siempre, son de primera.Gracias a Lycho González, a Carlos Britos, a Fefo Vadala, a Lito Gárgano y a todos los que levantan la bandera albiazul de la esperanza en los momentos más jodidos.Gracias a todos los que hicieron esto posible, gracias a todos por ser hinchas de Gimnasia.Gracias a Néstor Basile por ser el faro y la nave que nos llevó a nuestras tierras donde un 12 de julio de 2009, fuimos tan felices como se puede ser.¿Vieron? Uno con Gimnasia siempre termina repitiendo esta palabra: Gracias. Gracias Lobo.

Rafael Ton

Gimnasia: fenómeno social con forma de Lobo y corazón de pueblo


Algunas personas podrán decir “es solo un partido de fútbol”…como minimizando pero los que somos partícipes, lo que son testigos, se dan cuenta que no. No estamos hablando de lo que muestra la televisión, eso es otra cosa, no hay olor a choripán, no están las caras anónimas, las costumbres, los miedos, la esperanza. La lupa está puesta en los deportistas, no en la pasión, no en la tribuna, en la llegada, en los nervios, en la fiesta.Si bien los precios han ido empujando fuera del escenario a muchos de las clases más humildes, al menos Gimnasia, todavía los rescata.Uno se sienta en el monumento del Bosque, una hora antes del partido y allí los puede ver: están los que pagan (porque los jugadores cobran, los árbitros cobran, los periodistas de la televisión y de la radio cobran) los hinchas pagan. Ahí, en esa previa están todos: los que juntan las monedas, los que manguean, los que podrán privarse de cualquier cosa pero pagan la cuota. Los negritos, los gordos, el loco que le falta la pierna y el pelado y la que trabaja de empleada doméstica o el que trabaja en una oficina o comercio de lunes a sábado y su descanso, su fiesta, su hachazo en la rutina, es Gimnasia.El pibe del interior que viene por primera vez tímido, y viene una vez, dos y termina… hermano de un desconocido gritando “Dale Lobo” y saltando en la tribuna.El nieto que viene con el abuelo, que por ver los papelitos, los gritos, los jugadores al campo de juego no ve las lágrimas del viejo que se siente feliz de compartir este sentimiento con su nieto, de dejarle un legado que es el sello de una pasión.El que viene temprano a colgar la bandera. El que vende garrapiñadas y maní en bolsitas. El que se compra un gorro para el sol.El que sabe que sí se gana se festeja y sí se pierde hay un “Vamos Lobo” al final, porque se viene a alentar un sentimiento y no a buscar un mero resultado.Es todo casi místico, como algo religioso, como algo mágico, con mucho de pueblo. No es un deporte donde gente se va a sentar a ver ganar un equipo y si esto sucede tocar bocina. Eso sería lo esperable, lo común. En el ingreso al Bosque se palpa otra cosa. Un gol en contra será una desgracia, un gol propio será el pretexto para un abrazo, bien fuerte. Un partido es un ritual, un lugar de encuentro para desahogarse, para saltar, para reír, para cantar unidos. Un pueblo, si se quiere una tribu urbana.Gimnasia es un fenómeno social. Merece ser vivido.Gimnasia es la amistad, la hermandad bajo dos colores que se mantienen en lo alto, porque no están supeditados a si en su equipo hay un jugador mediático o si se dan resultados. Es el humilde, abnegado. El que no le importa la burla del niño “bien” del centro que nació con todo regalado. No tuvo un papá contador y una niñera, no necesita de un plasma para ver en colores ni necesita terapia cuando tiene un problema.El hincha de Gimnasia es un caso aparte, un modelo único, como su camiseta, que se fue haciendo así mismo, andando por caminos difíciles. Sabe de fidelidad. Sabe de inventar una celebración de un acontecimiento cualquiera. Esta aparte de lo que pase con la pelotita.Hace un tiempo atrás la revista “Ginasiá!” (se escribe así, sin “m” un sello distintivo del vocabulario popular “tripero”) levantó en una nota dos declaraciones de ex técnicos de la institución. Pedro Troglio que dice: “El hincha de Gimnasia es noble, es un tipo que no te va a dejar tirado nunca”. Y Roberto Perfumo que expresó: “me vino a la memoria la increíble sensación de aguante, ese clima de aliento incondicional que transmite la hinchada tripera en el estadio del Bosque”….Es así. Gimnasia es un fenómeno social. No es un equipo, es ese loco que italiano que viene gritando por la calle, cargando una bolsa de papelitos, es esa cancha que aman y desean ver mucho más grande, con sus colores y con formato popular, es decir con espacios para los que menos tienen y no tantas plateas. Gimnasia es el pibe que quiso entrar en otra cancha y como estaba muy humildemente vestido no lo dejaron y por la misma razón hicieron la vista gorda para que entrara al estadio del Bosque.Gimnasia, ese fenómeno social. Si estas en La Plata, si pasas por el Bosque, no te lo pierdas. Metete en la popular y te vas a encontrar gritando “Dale Lobo” no solo con la garganta, sino con el alma.

Néstor Basile, texto actualizado en el 2006


GIMNASIA ES UN MILAGRO Y UNA RELIGIÓN
Año 2006. Autor: Néstor Basile


Que nuestro Gimnasia es un milagro y una religión está probado. No es una novedad y dudo que tenga un paralelo a nivel mundial. Sin hacer un análisis minucioso de nuestra historia, con sobredosis de pasión en la tribuna y mínimos logros deportivos, este año que clausuramos nos reafirma en la certeza de que somos inextinguibles e inmortales. Pocas veces una entidad padeció tantas traiciones, agachadas y doble discurso, durante cuarenta años de casi todos sus principales dirigentes–con aisladas y honorables excepciones- y sin embargo no mermó el incondicional apoyo a la divisa de la mejor Hinchada del mundo.
El récord más reciente –y doloroso- fue llevarnos de prepo al mal denominado estadio “único”, o sea al trucho... El mismo que combatimos solos contra todos desde l990 dejando jirones de piel en una lucha heroica y desigual. De taquito y sin ponerse colorado, un vergonzante “decretazo” presidencial en mitad de las vacaciones, cuando la ciudad estaba desierta, nos “permitió” jugar contra Arsenal –el primer partido del campeonato - con entrada libre y gratuita...La generosidad no tiene límites... Claro, cuando nos jugábamos el campeonato ante Newells en nuestro ÚNICO y glorioso Estadio, en el Bosque, la entrada popular salía 35 mangos, la más cara del país.... En vano, por supuesto, fue presentar de inmediato un pedido de Asamblea Extraordinaria avalado por una enorme cantidad de socios para revertir semejante ofensa a la dignidad: Personas Jurídicas, se sabe, fue cómplice y co-responsable de este acto maquiavélico para evitar una derrota demoledora en este tema vital a la sensibilidad de nuestra gente. Esta lucha que emprendió el pueblo tripero el l0 de diciembre de l990, mereció que desde hace seis años, se incorpore ese día como el más importante de nuestra agenda oficial de festejos. Y su elección no fue al azar... Recuerda la primer movilización a la Municipalidad bajo el lema “No al Estadio Único, Si a la remodelación de 60 y ll8”. Luego de semejante traición nos preguntamos qué podemos festejar hoy, institucionalmente, cuando se consumó la velada pretensión de los “Gimnantes”, una “abigarrada multitud” de cuatro tipos con poder político y menos hinchada que Yupanqui o el promocionado Atlas...
Pero estás vivo, lo demostraste en las recientes elecciones cuando votó casi el 40% del padrón y el aplastante triunfo de la oposición premió como se debe a quienes levantaron estas banderas inalterables y castigó sin miramientos a quienes equivocaron reiteradamente el camino.
Sin embargo y pese a todo, el milagro tripero sigue asombrando con su presencia multitudinaria donde fuere. Y allí, única y precisamente allí, en su hinchada, invariablemente maltratada e incomprendida, radica la explicación de un sentimiento que de pura pasión, hace tiempo se convirtió en milagro. A ellos, a la inmensa mayoría fiel y en su homenaje, va esta nota que carece de “simpatizantes”...ese calificativo se me ocurre amargo, “lavadito”, ajeno al tripero de tablón e inclusive de platea: los nuestros –socios o no- siempre son HINCHAS, casi no importa el lugar que ocupan en cualquier cancha del país.
Por eso, hermano hincha, este espacio apenas si alcanza para una pincelada de brocha gorda...Vos ya sabés que no hay lugar en el mundo para contener el sentimiento, la magia y la leyenda que te envuelve.
Sos como esos guerreros mitológicos, héroes invencibles en el tiempo y las circunstancias. Hablar de tus hazañas es llenarse la boca de gloria y sentir que el corazón vibra sobre los tablones del alma.
No, no te confundas: viajar con el tiempo de tu mano no es vivir de recuerdos, al contrario, es alimentar el fuego que no se extingue ni se apagará jamás.
Sentimiento insobornable, loca pasión que no conoce límites. Tu sola mención pone la piel de gallina porque ninguna memoria, propia o ajena, ha podido resistir.
¿Cómo olvidar aquellos ríos de gente que corrían detrás del Expreso?, ¿Cómo ignorar aquéllas tardes de clásico cuando por propio peso, por pura lógica de los números era tuya toda la calle uno y la cabecera hasta los codos de la cabecera de 57 en la “piojera” cada vez que éramos “visitantes”?
Tu historia, gloriosa Hinchada de Gimnasia, es el relato de permanentes buenos tiempos, más allá del resultado deportivo.
Porque naciste en la abundancia del trabajo y la esperanza.
Porque fueron aquellos obreros del Swift, el Armour, de YPF, o de todas las fábricas que destilaban prosperidad los primeros en ocupar tus ideales y tus sueños.
Fueron aquellos tanos de corazón enorme los primeros que gritaron orgullosos, en su cocoliche, tu nombre amado:!Quinasiá, Quinasiá!.
Donde había un hombre de trabajo, había un tripero que es lo mismo que decir que donde había un hombre digno flotaba el aura de la pasión que despertaste.
Creciste entre el Mondongo y la calle Nueva York, la de Berisso, cuando a la salida de los frigoríficos no quedaba un centímetro libre de vereda. Te paseaste por Ensenada y te quedaste a vivir en todos los barrios. Invadiste una ciudad extraña, nacida como “Petit París” y la llenaste para siempre de ese sentimiento implacablemente criollo. Naciste patricio en l887 y por decisión propia te convertiste en plebeyo a partir de l9l5. Caso único, excepcional: no registra antecedentes.
Y aunque los tiempos fueron cambiando siempre diste pruebas de tu fuerza y tu moral.
¿O acaso no eras vos el motivo por el que se suspendían las clases, allá por el 70 y pico cuando se jugaban partidos los miércoles por la tarde?
Quién sino vos, gloriosa Hinchada de Gimnasia, le empezó a poner ruedas a la ciudad para llevársela entera adonde fuera necesario ir.
Por eso a veces, se me escapa una sonrisa cuando algún descerebrado con o sin carnet de periodista, califica de “movilización” para describir el viaje de los que hacen turismo familiar y luego posan para la TV, celular en mano, donde abundan las chicas monas y los nenes bian, con niñitos prolijitos luciendo la ropita que marca la moda y el status: el típico medio pelo como diría el toro Jauretche.
Hoy, cualquier periodista que responde a las grandes empresas quiere un fútbol apto para el negocio de la TV, sin gente, una especie de tenis de 22 donde vayan sólo los “decentes” que pueden pagar 30 o 50 mangos la entrada, y opinan y condenan desde el púlpito con el mismo y homogéneo mensaje: “los negritos son los culpables de todo” ,sin discernir ni buscar soluciones a la violencia que los enemigos de siempre –pulcros ladrones de saco y corbata- engendraron sumiendo durante casi 50 años a más de medio país a la indignidad y la miseria.
Recuerdo tus viejas hazañas querido Lobo, las comparo con este circo mediático y me resultan cada vez más ejemplares. No saben unos cuantos movileros caretones, porque en la puta vida vibraron en la popular y sentencian desde la cabina o el vestuario, al estilo Marianito Grondona, o con chistes sólo aptos para discapacitados, cómo se retuerce tu corazón y se te eriza la piel con la camiseta amada puesta. Por eso, querido Hincha, sos el mejor ejemplo de lo único que salvará a este hermoso juego que es el fútbol.
Recorriendo tu vida –esos que opinan sin saber- pueden darse cuenta de lo que es una hinchada de verdad.
Vos fuiste y sos brava porque tu grito impone respeto y envidia: sos la única que rompe los sismógrafos. Guapa, porque no sabés de abandonos aún con el peor resultado en contra. Imponente, loca, ruidosa, fiel, seguidora, quilombera si querés. Pero leal, franca, generosa, como aquellos gringos inmigrantes, como tu viejo, como tu abuelo.
Porque, ¿sabés qué pasa? La inmensa mayoría fueron y van detrás de algo grande, tu bandera. A soñar con los ojos bien abiertos el orgullo y la alegría de ser triperos.
Ya sé, los tiempos han cambiado. Donde había fábricas hoy hay villas. A los pobres les cambiaron la vida y el nombre, ahora los llaman marginales..
Pero nada de eso impedirá que figure aparte, en otro libro, en otra dimensión, cuando se pronuncie la palabra Hinchada.
Porque vos sabés que siempre hubo y habrá una sola con tu autoridad y con tu fuerza moral que no sabe de quebrantos. Única, como lo es y lo será por siempre nuestro glorioso Templo del Bosque. El que añora tu aullido y te espera inquieto como un centinela pero confiado, como tu vieja, porque sabe que con tus códigos inalterables, jamás lo vas a abandonar.

Néstor Basile

Pedro Galeano, estandarte en la defensa del Lobo del 62


Gimnasia y Esgrima La Plata contaba con un defensor llamado Pedro Galeano. La revista “El gráfico” lo llamaba “el back fuerte de Gimnasia”. Era el mismo que cuando lo quiso comprar River Plate le dijo al entonces presidente tripero: Laureano Durán, que le daba el cheque en blanco de su sueldo, que pusiera lo que él quisiera, porque era Hincha de Gimnasia, Gimnasia era su casa y no quería ir a ningún otro club. Este personaje tenía una rutina bastante particular: cada vez que finalizaba el partido se duchaba, cambiaba e iba a golpear la puerta del vestuario visitante. Algunas veces se pensaba que quería prolongar la “guerra” en partidos durísimos de pierna fuerte y dientes apretados. Pero no: entraba a saludar a los contrarios, uno por uno. Inclusive felicitaba a los debutantes Una tarde se dieron leña con todo durante todo el partido con Ernesto Grillo, terminó el partido y más rápido que de costumbre fue al vestuario visitante. Saludó con la mano a varios y cuando llegó a Grillo lo abrazó y le dijo “¡Bien, pelado! ¡Así hay que meter en el fútbol! ¡Sos un fenómeno!

Gimnasia en Europa


“Embajadores del buen fútbol”
El título que Europa le otorgó a un solo club platense: Gimnasia.

Teniendo en cuenta su título de campeón argentino, Gimnasia con Jose Minella (Hoy el estadio marplatense lleva su nombre), Morgada, Curell y su goleador: Arturo Naón (máximo artillero de la historia con 95 tantos) entre otros, fue de gira por Europa. Antes de esto, a partir del 13 de Enero se llevan a cabo grandes obras en 60 y 118: Vestuarios, Una platea techada para los socios, un lugar de concentración para los jugadores, todo esto por iniciativa de la comisión directiva presidida por Juan Carlos Zerillo.
Viajando horas y horas, sin descanso ni tiempo para acostumbrase al clima, Gimnasia fue el primer equipo extranjero en vencer al Real Madrid en España. El resultado fue 3 a 2 el primero de enero de 1931. El árbitro del partido fue la “estrella” al tratar alevosamente de evitar la caída del equipo madrileño. Fue tal su desempeño que un periodista español expresó que Espinoza (tal su apellido) había sido el mejor jugador del Real.
Pero lo trascendente de aquel triunfo histórico fue el hecho de que la prensa extranjera y antes de que Gimnasia venciera también al Barcelona de España, dijo a raíz de la actuación futbolística tripera: “Los argentinos parecen haber nacido para jugar bien al fútbol”.
No hubo por parte de Gimnasia ninguna trampa, mancha o artimaña que enrareciera la gira europea donde también se empató con el Nápoli en Italia, se goleara en Munich al Sportverein 1860 por 4 a 0 y se le ganara 3 a 1 al Sparta en Praga, entre los partidos más recordados.
Un corresponsal periodístico de Capital Federal envío una foto del gol de Ismael Morgada. Fue la primer radio-foto enviada desde Europa, más exactamente desde Leipzig, donde el equipo platense triunfó (2 a 1) frente al combinado de Dusseldorf.

El Terremoto Perdomo

El terremoto Perdomo

El Lobo no había ganado ningún partido en el torneo y no venía jugando bien. Los “vecinos” estaban agrandados. A pesar de este panorama, los Triperos, como era tradición, coparon desde temprano la tribuna visitante, mucho antes que los locales, doblando los tablones con los saltos de “La heroica” al grito de “vamo’ vamo’ basurero, vamos, vamos a ganar, que los pinchas son amargos y amargos morirán”
El sismógrafo, máquina que mide los movimientos de la tierra, aquella tarde estaba conectado, registrando si el suelo platense revelaba algún tipo de movimiento y enviaba esta información a distintos países.
El uruguayo de apellido Perdomo, con un terrible pelotazo, desde varios metros, sacudió la red ante el desconcierto del arquero Yorno que bien pudo haber quedado con algún problema de contorsión en el cuello y de los simpatizantes locales. El grito desaforado, el salto enloquecido que desahogaba un presente futbolístico, hasta ese momento muy difícil: movió la tierra.
Al finalizar el partido, la gente se trasladó, gritando, con bocinazos y agitando banderas, a calle siete a festejar. Con Andrea Celi, nos fuimos con la marea tripera para el centro. Me acuerdo de Marito Díaz, de Chiquito Giorgi, de Polo Castellanos, del Turco con la barra del Mondongo, y tantos otros en esa marcha feliz. Pero es importante aclarar algo: lo del “terremoto” se supo un par de días después. El diario Clarín anotició el 22 Abril de 1992 lo que había sucedido: El grito de gol había producido un cierto movimiento sísmico, el mayor de tres movimientos: uno al salir Gimnasia con el estremecedor “Ginasiá, Ginasiá”, el otro al salir el equipo local cuando toda la hinchada Tripera (fue algo impactante) subía y bajaba doblando los tablones al grito de “el que no salta es un pincharrata” contrarrestando un tibio saludo local, pero el gran movimiento que hizo saltar la aguja del sismógrafo fue el gol del Uruguayo José Perdomo.
La información del sismógrafo fue transmitida inmediatamente a países de todo el mundo. Increíble y asombroso para quienes no entienden el fenómeno del fútbol y en particular el de la Hinchada de Gimnasia. En el Diario “El día”, del 28 de Abril de ese año, se confirmó que una conocida cadena de televisión estadounidense llegó a pedir el tape del gol, con banda sonora, para narrarle a sus espectadores el curioso hecho. Los distintos diarios nacionales se hicieron eco de aquel gol histórico en los clásicos de la ciudad de La Plata: el Diario popular tituló: “microfilman y archivan gol sísmico” y el diario Crónica: “Por el gol de Perdomo se sacudió la ciudad”.
A partir de aquel triunfo Gimnasia comenzó a mejorar su rendimiento y vinieron mejores resultados. (El técnico era Gregorio Pérez). Pero también a partir de aquella tarde se sumaba una anécdota más a la leyenda de “La 22”. (Rafael Ton, Leyendas del Bosque)

Un poco de Historia del libro "Leyendas del Bosque"


100 años. Invictos en el Bosque.
Aplaudidos por el arquero contrario.

En la temporada 1987/88 (torneo de dos ruedas) Gimnasia finalizó invicto de local. 19 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Como “premio” a aquella campaña accedió al mini torneo de los mejores equipos del campeonato, llamado “liguilla pre-libertadores”. Allí Gimnasia debió enfrentar a Vélez y lamentablemente perdió 3 a 0 el primer enfrentamiento, en Liniers. Con semejante resultado en contra fue admirable la cantidad de hinchas triperos que colmaron las populares de 60 y 118 para el partido revancha. Por suerte el empate 1 a 1 mantuvo el invicto en tierras triperas pero el detalle curioso, sucedió en el segundo tiempo. Ni bien había comenzado y ya quedando en claro que Gimnasia no podría clasificar, la popular, integra, comenzó a cantar: “Lobo mi buen amigo esta campaña volveremo’ a estar contigo, te alentaremos de corazón….” Una y otra vez, una y otra vez, durante veinte minutos, sin pausa, la misma canción, cada vez más fuerte. Lejos de cansarse o mejor dicho sobreponiéndose al cansancio, el “Dale Lobo, Dale Lobo” prosiguió hasta el final del partido como si el que estuviera pasando de ronda fuera Gimnasia. El juvenil arquerito de Vélez, se dio vuelta varias veces para mirar a la tribuna que da a calle sesenta, que gritaba y saltaba sin parar en un espectáculo realmente conmovedor; hasta que faltando unos minutos, no se contuvo más y aplaudió a la Hinchada del Lobo.
Por esas cosas que tiene el destino, muchos años después, aquel joven arquero que se emocionó y reconoció la fidelidad de esa hinchada, vistió la camiseta de Gimnasia y consiguió un subcampeonato, con el apoyo de esa misma gente: ese arquero fue Carlos Navarro Montoya.
Junio de 1987: los recuerdos del centenario son múltiples. La camiseta del centenario que se vendía en la sede a 20 australes, el billete de lotería del sorteo del 5 de junio que repartía 84.000 australes y tenía el logotipo creado para la conmemoración del aniversario. Una imponente carpa donde más de 1500 triperos celebraron en 60 y 118 el 20 de junio donde entre muchos homenajes vale recordar la distinción a Raúl Veiga (a pesar de ser víctima de un accidente en el predio de Estancia Chica, no hizo reclamos legales a su querido club); A “Pilo” Trouet, creador del popular dibujo de Lobo; Al arquitecto Crivos (ejecutante de los trabajos de arreglos en la sede sin pedir remuneración económica alguna) y a jugadores de la talla de “Pancho” Varallo. Hubo sorteos, principalmente viajes nacionales e internacionales.
El miércoles 3 de junio de 1987, el mismo día que salía la ley del divorcio vincular, a punto de estrenarse en los cines platenses: “El nombre de la rosa” con Sean Connery, una multitud colmó el poli de calle 4. A las doce en punto un solo grito “Ginasiá, Ginasiá” hermanó a todos. El Club de Gimnasia y Esgrima La Plata cumplía 100 años de vida. (Rafa Ton, Leyendas del Bosque)