viernes, 3 de diciembre de 2010

Nuestros hinchas lo merecen: Encausar la pasión, potenciar lo nuestro.

Seguimos demostrando que somos incondicionales y que no nos “borramos” como hacen otros cuando las cosas no vienen bien.
Cada Tripero que nos vuelve a elegir mes a mes, reivindica lo que predicamos: no vivimos subordinados a los resultados.
Pero claro, y cuidado: tampoco es cuestión de quedarse con esto y no desear y no tratar y trabajar para que nuestro Gimnasia mejore.
Cada uno desde su lugar. Algunos empujando el carro, otros guiando, otros abriendo camino, hay que intentar que Gimnasia crezca, manteniendo algo intacto: la pasión.
No es “bajar” la pasión para obtener mejores resultados (uno de los absurdos que intentan meternos en la cabeza) No es un cosa u la otra, es simplemente encausar esa pasión.
Cuando obramos “sin pasión” descuidando el patrimonio propició una gran caída y división. Hace no muchos años teníamos un clásico donde el que hablaba de lauros y decía ser “el mejor” caía arrodillado en el Bosque, una y otra vez, el historial marcaba claramente que esa supuesta “superioridad” no se reflejaba en la realidad, al contrario.
Teníamos todo: “La tarde de Moriconi, la tarde de Perdomo, el día del Abandono, el día del Baile, el 4 a 1 dejándolos sin poder pelear el título, los humos azules, las cartulinas, ellos mudos, nosotros con estadio, ellos inquilinos y los 10 años sin perder un clásico en 60 y 118” Teníamos todo esto y nos dijeron que íbamos a hacer un “negoción” que alquilar con ellos era el progreso…Hoy como ayer, empiezan hablando de lo “gratis” como hicieron antes poniendo entradas gratis para que pudiera ir cualquiera y de cualquier cuadro. Esperemos haber aprendido que después, de alguna manera te lo cobran. Cuando pasa el “furor” inicial, las reglas te las cambian y el costo lo pagan los que creyeron en las promesas, de eso no hay dudas.
Nos hicieron elegir el camino de “lo cómodo. Nos decían: “no nos dejemos llevar por los sentimientos y la pasión que nos va a ir mejor, ¡seamos inteligentes! ¡Ahora viene la suerte! hay que pensar en frío” y todo se descalabró. Chau Bosque, chau clásicos. Y ninguno de los responsables que se sentaron a ver como los vecinos hacían trizas lo que habíamos construido en tantos años, pidió perdón o al menos declaró que había sido un error.
¡Qué por favor nos sirva de lección!. Qué nunca más vengan con “negociones” porque ya tenemos que darnos cuenta que es “pan para hoy, hambre, mucho hambre para mañana”. Lo que hoy te dan gratis, mañana de alguna manera te lo cobran. Lo que te lleva a mudarte, de a poco, a un lugar que nunca serás el dueño y que lo diseñó tu contra, nunca puede ser negocio. El verdadero negocio es crear las bases propias para que los recitales pasen por el Bosque y por el poli y la ganancia sea íntegramente nuestras. El verdadero negocio es ser local, bien local en todos los partidos. El verdadero negocio es que las publicidades no sean 14 carteles desiguales sino 1 o 2, bien puestos, bien grandes, prolijos y que se ofrezcan teniendo en cuenta los miles que lo ven directamente y los miles que lo ven por televisión y que la ganancia sea para Gimnasia exclusivamente, no algo compartido. Y negocio, inversión a futuro, es techar la pileta y con la pileta más grande de la zona, sumar deportistas al Bosque todo el año y sumar socios.
Pero el tema que nos meten “negocios” que no lo son en la cabeza, los repiten para que el que no está informado lo crea, como con las propagandas en la tele y después usas shampoo o masticas chicle y no se te borran problemas y no sos más feliz. El negocio es para el que vende el producto.
Acaso: ¿Será negocio que haya que pedir turnos en canchas de fútbol 5 o 8 con anticipación en toda la ciudad y Gimnasia no brinde esa posibilidad?... ¿Se aprovecha el espacio que dispone Gimnasia? ¿No será entonces que los negocios propios están y pueden ayudar en menor o mayor medida al club pero que hay otros intereses o directamente una mirada mediocre?
Gimnasia tiene todo el potencial: multitudes, pasión incondicional, espacios, historia, todo para crecer. Lo que tiene que tener es dirigencias que piensen realmente solo en lo nuestro, defiendan lo nuestro y se trabaje convencido de la grandeza de Gimnasia. Es decir buscando el mejor negocio: invertir para crecer y crecer para ganar.

Rafael Ton

martes, 23 de noviembre de 2010

Elecciones 2010


Debo confesar que sentí una alegría enorme al enterarme que Néstor Basile integra la lista de “Encuentro Gimnasista”. No es meramente una cuestión de reconocimiento a sus años de lucha por Gimnasia, también es una seguridad que me transmite alguien que siempre tuvo un compromiso muy fuerte por el club y por puntos que creo son esenciales.
Conozco y quiero a muchos Triperos de las tres listas. Siento real aprecio por muchos de ellos porque se que tienen el corazón azul y blanco y creo que es muy valorable que en estos momentos difíciles – todos ellos - quieran exponerse y ayudar desde adentro. Cada uno con sus ideas y sus posibilidades.
Claro que me veo en la obligación de aclarar algo. Como creyente de que el mejor camino es el trabajo a largo plazo; Porque soy de respaldar siempre a los grupos que laburan y surgen de abajo y sin padrinos y por conocimiento de cómo piensan y como actúan muchos de sus integrantes, mi voto será para Encuentro Gimnasista”. Porque conozco y admiro al arquitecto Luis Díaz. Y pienso que ya era hora de que un Tripero reconocido y premiado en el mundo, como es su caso, tenga la posibilidad de desatar su talento en su amado Gimnasia.
Por dos hermanos como Mauro Coronato y como Germán Galliani, con los cuales comparto el mismo sentimiento y el mismo modelo de club. Por el grupo “Primero Gimnasia” que aporta la fuerza de la juventud y una capacidad organizativa que se nutre en la experiencia y en el contacto fraterno con todos los hinchas, en todas las canchas. Por Oscar Salas, quién además de ser un profesional de excepción es un tripero enfermo y cuyo nieto, gracias a su insistencia, fue el primer socio intrauterino del Lobo. Así podría nombrar a muchos más integrantes: al Juez Pedro Pianta, al ex diputado Henry Stegmayer, al periodista Adrián Belinche, al Contador José Luis Negro (invitado varias veces a escribir en la revista Ginasiá!) pero creo que lo importante es otra cosa que va más allá de los nombres y los hombres. Lo substancial, más allá de Carlos Gaskin o del Arquitecto “Manolo” Álvarez o de cualquier otro integrante (solo nombré algunos) es el hecho de elegir algo distinto. Cuando digo distinto me refiero, por ejemplo, a que Luis Díaz encarna un proyecto, no se lo eligió por “cuantos votos tiene” sino por un diseño de un club que piensa a futuro. En el caso puntual del Bosque, por ejemplo, el proyecto contempla una pileta techada (suma socios, produce mucho mejor aprovechamiento del "espacio") un memorial para Favaloro (prestigia, y es un reconocimiento que se divulgará en todo el país
) con un estadio abierto que se puede ir haciendo en etapas, es decir no hay que tener 20 millones para empezar, sino ir paulatinamente y que además es ecológico, no va contra el Bosque sino todo lo contrario. Y también incluye un diseño estudiado de lo que es el tema publicitario en 60 y 118, para generar recursos (100% propios, sin compartir con nadie) de una forma prolija y con mayores aspiraciones de cara al futuro. Lo mismo pasa con Marcelo Ramos, quién será encargado del fútbol infanto-juvenil y que tiene experiencia de sobra en su trabajo en divisiones menores y que bien puede concordar con las cosas buenas que se están haciendo hoy. Porque eso también es importante: dejarnos de joder y ya no restar ni dividir, ni tener la necesidad de ensuciar al otro para hablar bien de lo que pienso yo. ¡Triperos. Vamos a sumar, sumar, sumar, porque si sumamos todos, la suma de puntos viene sola! Porque cuando se construye pensando en grande, los resultados, por más que tarden, vienen en grande. Basta de pensar que no estamos capacitados para construir por nosotros mismos y para nosotros mismos. Basta de pensar que los negocios siempre son externos y no propios. Basta de que la crisis, la urgencia por no descender, la urgencia para salir campeón, inmovilice todo el resto del club.
Creo sinceramente que es tiempo de juventud que respeta la historia, que sabe escuchar a los mayores y que paralelamente tiene la fuerza para trabajar y trabajar, edificando sus ideas. Ese me parece humildemente el cambio mejor: el que intenta trabajar sobre lo bueno, es decir ¡crecer!
Y por una cuestión de experiencia creo que el que promete trabajo y no resultados siempre termina siendo mejor que el que alza la voz, asegurando tener la receta mágica. Tantas veces se ha prejuzgado a la hora de elegir un presidente por la billetera y sin embargo un Emilio Chebel en Lanús o un Raúl Gámez en Vélez -ninguno de billetera gorda y sí con grupos de trabajo- dejaron instituciones fuertes, con estadios propios, equipos propios y campeonatos. Y en oposición, tantos portadores de billetera dejaron huecos y derrotas.
Y si se entra en crisis económica por decisiones políticas, por la gestión, la salvación viene exactamente de la misma manera y no por salvadores. Es no hacer lo que se hizo mal y empezar a mejorar lo que se hacía bien. Y se sale y se sube. Una buena gestión, ordenar y potenciar lo mejor e ir generando los recursos, así se sube, se sale de cualquier pozo.
También me parece positivo que los proyectos, por ejemplo los de fútbol, se hayan empezado y mostrado con bastante anticipación, cuanto más tiempo para reuniones, para análisis, creo que es mejor. Más allá de que haya nombres que puedan gustar más o menos.
Obvio que ninguna lista es ideal (lo ideal no existe) Ningún proyecto contempla el aplauso de todos, simplemente es mi elección, bajo un criterio, respetando absolutamente a todos aquellos que voten distinto, sin desmerecer a nadie y simplemente diciendo mi parecer.
Además del proyecto y las ideas, la palabra “encuentro” me gusta, la siento una palabra tripera. El encuentro entre amigos triperos. Me encuentro en el Bosque. Allí donde la fidelidad, la pasión tienen su encuentro.
Y es importante recordar que llegado el momento en que pase esta elección, nos podamos encontrar todos marchando por un camino mejor, gritando por Gimnasia, ilusionados y poniendo cada uno un poquito más de ese aguante descomunal que tenemos los Triperos, un esfuerzo más, para lograr un Gimnasia más popular todavia, generador de grandes equipos y festejando en un estadio propio y remodelado, todos los triunfos que nos merecemos.

Rafael Ton

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Entre Agosto de 1995 y Agosto de 1996

Para los Triperos éste período tendrá invariablemente el recuerdo de una etapa de recomposición primero y luego uno de los mejores equipos de fútbol que se hayan visto en muchos años. Pero aunque se nos haga difícil de entender, además de lo que le pasaba al Lobo - el subcampeonato; el festejar goleadas contra Boca y Racing y triunfos frente a River e Independiente; Marcico, Albornoz, los Mellizos, Noce, Sanguinetti, Timoteo; la fidelidad y el colorido de siempre en la tribuna; también pasaban otras cosas en el fútbol local:

(Decía la revista El Gráfico) “Arranca Boca en el Apertura y estalla la Bombonera. Con un marco multitudinario, derrota 2 a 1 a Huracán con un gol agónico de Darío Oscar Scotto. Los clubes argentinos movilizan la friolera suma de cincuenta millones de pesos para afrontar el torneo apertura 1995.
Boca Juniors figura en la cabeza de esa tabla. Le sigue Racing Club, que bajo la presidencia de Osvaldo Amadeo Otero adquiere 14 jugadores a través de un fondo de inversión por valor de ocho millones de dólares. Su clásico rival, Independiente, gasta la mitad que los albicelestes y trae nueve jugadores nuevos. La otra cara de la moneda es Vélez Sársfield, que no gasta un peso en refuerzos...”
River e independiente se van de “Copas”. El millonario compra el primer jugador azteca que llega a la Argentina: Alberto García Aspe. Los Rojos de Avellaneda: compraron los goles de Calderón. Tienen la experiencia de Burruchaga, tienen a Mondragón y tendrán un as en la manga para el final del torneo, luego de cambiar dos técnicos, llegará Humberto Grondona. El apellido de la “AFA” será su director técnico. Los millonarios tienen al “Enzo” Francescoli, a Gallardo, a Medina Bello y a Leonardo Astrada.
Boca gasta fortunas antes pero sobre todo después de las elecciones y eso que a partir de octubre contó, nada más ni nada menos que con Diego Maradona en sus filas. Los goles de Boca que ya van a venir ilusionan ¿Cuántos convertirá Caniggia? Imbatible será Boca con Bilardo, prometía Macri y compraba a Verón y a Basualdo. Los Xeneises contaban con Gamboa, con el Killy, con Navarro Montoya, con Fabbri.
¿Y Racing?: Claudio López, Rubén Capria, “Tito” Pompei y el siempre regular Gustavito Costas, atrás. Navas será el próximo Mariscal decían en Racing.
Entre agosto de 1995 y agosto de 1996 los grandes hicieron mucho ruido.
Un crítico de la conducción de Grondona en la AFA: Raúl Gámez gana las elecciones en Liniers, se trataba de alguien que ya muy conocido que venia trabajando en la comisión directiva. Vélez no gastó en refuerzos pero sí invirtió dinero en su estadio y en las divisiones inferiores. Como lo haría dos años después en la construcción de su “Villa Olímpica” (enorme espacio de concentración y entrenamiento en Ituzaingó) lo que deja a las claras una política de inversión desde lo institucional. Vélez sin refuerzos pero invirtiendo en el club, ganó los dos torneos que los grandes querían conquistar gastando.
Entre agosto de 1995 y agosto de 1996 tampoco los goles fueron para los apellidos llegados de Europa o de los equipos que más habían gastado comprando jugadores. Lanús, ese club que estaba a menos de dos años de juntar el dinero para empezar a renovar su estadio y que llevaba a cabo la tarea de aumentar socios y promovía una cuota que le daba al nuevo socio la posibilidad de un gimnasio, además de alentar al equipo, fue quién tuvo al goleador mayor. Festejó, fueron 20 goles - entre ambos torneos -de un jugador surgido de su semillero: Ariel López.
Vélez y Lanús fueron los que más puntos sumaron entre ambos torneos.
Desde esa fecha hasta hoy Vélez y Lanús son dos de los equipos más regulares.
Lanús modernizó su propio estadio y las obras prosiguen. Conquistó su primer título oficial en la era profesional, el técnico era un símbolo del club: Ramón Cabrero y el equipo formado principalmente en sus divisiones inferiores.
Vélez siguió ganando torneos locales e internacionales y Raúl Gámez siguió criticando al presidente de la AFA. Su estadio es uno de los más modernos de Argentina, contando, además con una Villa Olímpica de lujo donde entrenan y concentran jugadores profesionales y amateurs.
Ninguno de los dos clubes tuvo empresarios millonarios como directivos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Somos Leyenda

Cuando terminó el primer tiempo la sensación de los miles de triperos que estaban en 60 y 118 era la de una angustia pesada. Por el juego, por el calor, por el partido y sus errores, por esa poca seguridad que transmiten estos jugadores. Había cierto malestar generalizado. Se hacían chistes tales como “el pulpo Paul se murió porque le dijeron que tenía que pronosticar Gimnasia–Quilmes” o “deberíamos iniciar juicio por violencia visual”. Ese era la situación. Casi humor negro. Y un visitante casi desconocido entre nuestra gente: desesperanza.
Y hablando de eso, lo de la gente…no nos sorprende a nosotros pero sinceramente es digno de destacar. Ya decir sufridos sabe a poco. Me quedó una imagen: terminó un primer tiempo capaz de desanimar al más alegre y había triperos cantando. Siempre aparece el boludo que dice “no eran todos” y no hay que gastarse en contestarle. Obvio que había quienes protestaban, muchos silbaron, es cierto y está más que justificado. ¿Qué se le puede decir? ¿Qué se le puede reprochar?
Es la misma gente que mira el festín de los ricos de acá al lado, esos que tienen comida cara y en abundancia en la mesa pero no saben saborearla y mientras tanto, acá nomás, el pueblo tripa sigue arremetiendo contra todo.
¡Qué fenómeno social Lobo Querido! Y con más valor en una época que desatiende y hasta desprecia todo esto. ¿Cómo puede ser que algo que últimamente otorgó tan pocas alegrías puede llamar a tanta gente? La contestación late en el Bosque y puede ser increíble para muchos pero no para Gimnasia. Usted preguntará porqué cantamos, dice la canción y la respuesta sólo podrá comprenderse por aquellos que primero ponen el corazón, ante todo y contra todo. Como un tal Oso Agüero dentro de la cancha o como un hincha de primera: Roberto Sanguinetti, el “Topo” de la tribuna, uno de los fundadores de Centinelas del Bosque.
¿Y porque doy estos dos ejemplos de entrega? Porque se dieron cita éste sábado en un partido clave, de esos que Gimnasia gana. Como en Tucumán y en La Boca, como con Rafaela, como el clásico en el Bosque o como el partido ganado contra Chacarita en La Paternal. Los partidos bravos, “los de 6 puntos” donde realmente no queda otra que ganar o el precipicio, le duela a quien le duela: fueron para Gimnasia. Y teniendo en cuenta el promedio, la goleada de Olimpo el día anterior y por un Quilmes que si nos ganaba, nos hundía y subía, había que ganar sí o si.
Y muchos hinchas veníamos de un momento difícil. Roberto “Topo” Sanguinetti, el veterinario, el Centinela que tantos amigos supo cosechar, tuvo una ceremonia que para algunos fue despedida pero para muchos significó una bienvenida. Sus cenizas fueron esparcidas para quedar en su casa para siempre, atrás del arco de 60.
La Rusa Ariadna me dijo ese día “los Triperos que nos dejan no se van a la tercer bandeja, no se van al cielo, directamente se quedan sus almas acá, entre nosotros” y me imaginé a San Pedro rascándose la barba, pensando que pocos hinchas de Gimnasia suben y no sabe que elegimos quedarnos gritando dale Lobo en nuestro paraíso.
Pero esta última parte de la leyenda, noviembre de 2010, mientras los Triperos cuentan los días para votar, esperanzados que vengan tiempos mejores, en un partido decisivo para poder luchar de igual a igual, el torneo próximo por la permanencia, a los 24 minutos de un segundo tiempo donde Gimnasia empezó a jugar un poco mejor que en el primero, el Oso Agüero, de cabeza, metió el gol del triunfo.
La leyenda dirá que le pelota entró en diagonal y movió la red del arco de 60 y que allí atrás había un imán, un corazón centinela que decretó que el Lobo festejara en su bosque una vez más.
Y el final nos encontró a todos, los más fieles, festejando. Los centinelas de siempre, los centinelas del futuro, el pueblo tripa y todos aquellos que van sumando leyendas a la gran leyenda de hinchas de fierro que nunca abandonan. Rafael Ton

miércoles, 20 de octubre de 2010

Gimnasia no es una fábula

Si queremos mejorar la historia habría que cambiar la manera en que estamos haciendo las cosas. (Revista Ginasiá! Nº12 Septiembre)

Hace muchos años en la bellísima ciudad de Ushuaia me contaron esta “fábula” bastante polémica: dicen que cuando Dios estaba inventando el mundo un ángel lo ayudaba. Dios ponía un par de ventisqueros en algún lugar y uno en un triangulo al sur de uno de los continentes. Luego ponía playas hermosas y agregaba algunas en ese mismo triángulo. Luego distribuía: oro, petróleo, bosques, frutas, cañas de azúcar, cataratas, selvas, buena tierra para cosechar y distintos animales por diferentes puntos pero de cada una de aquellas cosas, ponía algo en el sur de ese continente. Intrigado y con cierto temor el ángel le advirtió: señor todopoderoso, habéis puesto riquezas naturales repartidas, diversos paisajes por todo el planeta, sin embargo me permito señalarle que allí, en ese triángulo al sur de lo que será el continente americano ha puesto de todo un poco, todas las riquezas, todos los paisajes. Los que allí vivan tendrán mar y ríos, ventisqueros, nieve, playa y cataratas; pingüinos, vacas y yaguaretés, tendrán de todo, por lo tanto más oportunidades que el resto del planeta”: Dios observó que el ángel tenía razón y con total humildad aceptó el error y le respondió: “Tenéis razón, pero compensare el error: voy a poner en ese triangulo muchos seres, siempre disconformes y protestones, siempre ventajeros y egoístas y sin compromiso con su lugar, miraran más Europa y Estados Unidos que su propia tierra, y de esta manera, éste lugar no podrá prosperar del todo: los llamaré: “argentinos, clase media…”
La fábula es durísima. Al principio me cayó mal. Quizás porque estamos acostumbrados a tirar todas las culpas a la clase dirigencial sin asumir que de algún lado salen. Aclaro que no creo que haya un solo culpable en lo malo o un solo héroe en lo bueno. Pero esto no es lo quiero analizar. Sí creo que no es solo para Argentina la “moraleja”, un simple vistazo a la geografía de Latinoamérica, sobra para darse cuenta de algo: si se hubieran formado los Estados Unidos del Sur (paralelamente a lo que hizo el norte) hoy seríamos la potencia más grande del planeta, la que con más recursos contaría, sin necesidad de hacerse fuertes utilizando esclavos como hicieron en el norte. Pero esta es otra historia y lo que quiero es referirme a Gimnasia. A veces cuando pasan ciertas cosas en el club me acuerdo de esa fábula. Gimnasia, observado desde afuera, se ven: Socios fieles: miles. Hinchas fieles que nadie se ocupa seriamente por hacer socios. Espacios desaprovechados. Triperos, miles que tienen ganas de tener: ropa, juguetes, adornos en azul y blanco. Y una sensación general: todo está por hacerse.
No tenemos un lugar acorde, azul y blanco, para reunirnos y festejar un cumpleaños, un casamiento. El club no ofrece algo así para alquilar. Miles de triperos van a sacarse fotos al Estadio del Bosque para fechas importantes…el club no le da nada. No hay una pared preparada con un Lobo donde sacarse una foto característica, un souvenir. Canchas de fútbol cinco, casi siempre llenas, por toda la ciudad pero Gimnasia no posee ninguna. No hay un local oficial que venda artículos de Gimnasia y de paso se consulte a los hinchas a ver que productos triperos quieren. No hay intenciones que se puedan decir sean innovadoras, que permitan a Gimnasia aportar a la ciudad lo que “falta” y que eso le de ganancias y prestigio. Un ejemplo al azar: los platenses para jugar al Bowling profesional tienen que ir a Avellaneda, es el lugar más cercano, siempre hay mucha gente, pagan, consumen algo para tomar, compiten, se divierten. Calculando la cantidad de habitantes que tiene La Plata ¿No es para pensar en invertir en algo así? Un caso mucho más concreto: la pileta del Estadio del Bosque. Llevando a cabo el proyecto del Arquitecto Luís Díaz, con el techado y mejoramiento de la pileta la convertiría en la pileta techada más grande de la provincia. Suma socios, recursos, realza la institución. Pero pasan los años y no se hace nada de esto. En lo potencial, por lo que genera, por la convocatoria, somos, sin dudas, un gigante. Pero nosotros mismos achicamos las posibilidades que tenemos de crecer. Y acá va la parte que nos toca: la autocrítica. Los socios hemos votado salvadores, administradores, pero no grupos de trabajo que nos comprometan un poco más. Y, obviamente, no salvo a la clase dirigencial de esto. Casi nunca invirtió, nunca se preocupo por edificar el club para el futuro. Lo que se gastó en jugadores que fueron “aves de paso” y que no generaron nada o muy poco en positivo, podría haber sido la inversión que triplicara los socios, generando ganancias y hubiera logrado que el patrimonio creciera.
Hace poco un amigo me decía ¿Por qué no se habla con Márcico para ver si hay posibilidades de algún convenio con un club francés o con Troglio con un club japonés? ¿Por qué si se firma un contrato con el Pampa, se vende un jugador al exterior, no se busca la la posibilidad de una cláusula con un partido con un club europeo? ¿Imaginate el Nápoli en el Bosque!?...algo de razón tenía. ¿A cuanto la entrada? 100 pesos la platea, (ponele 800) 25 pesos la popular (ponele 15.000) ya tenes casi medio millón de pesos para iniciar la construcción de la H. Si le comunicas bien a la gente que es para ayudar al club: el pueblo tripero responde. O sino ya tenes para arreglar vestuarios en Estancia Chica para que los pibes de las divisiones inferiores puedan bañarse con agua caliente y así cuidarlos mejor. Y algo importante: de esta manera la gente se siente (es) partícipe. Aparte: los canales deportivos ¿no pagarían por pasar ese partido? Más dinero, entonces. Busquemos más: algún invitado especial, subasta de las casacas de ese encuentro. ¿La única forma de conseguir el dinero para reconstruir la platea H es vendiendo un jugador? Una mentira más. Organizando un partido homenaje a Griguol, con Sava, con el Charly Carrió, con Troglio, Márcico, Niell. Buscar variantes: Invita el club. El “viejo” se lleva el agradecimiento y nuestro estadio tiene un gran ingreso para las obras. Televisión. Esponsores especiales. Transmitís una imagen de club agradecido.
Se puede, es cuestión de voluntad real. Podrá salir mal, no recaudar lo esperado pero al menos intentalo.
En el caso de la renovación del Bosque el chiquitaje resignado que siempre está, dice “no se puede” “el poder no quiere que nos quedemos en nuestra casa”…pero también es otra mentira. Gimnasia tiene miles de socios, para los políticos eso se mide en “votos”. El tema es encarar las cosas de otra manera: ¿Se imaginan si Gimnasia avisa que donde se pone en peligro su patrimonio (estadio en éste caso) se organiza y sale a la calle con jugadores, hinchas, socios, barras de amigos y lo que haga falta, bombos y estruendo? Qué no quepa duda que el “poder” que no quiere quilombos y sí quiere “votos” va a entender que es mejor el genuino crecimiento de club más popular de la ciudad. El verdadero poder es nuestro, es el de la gente si se convence y organiza, si se tiene la real voluntad, lo que pasa que los miedosos no ven esto. O en algunos casos, quizás, puedan tener algún beneficio personal en otro lado pero algo es seguro: no es un beneficio para el club. Nosotros proponemos un estadio ecológico. Es muy distinto a lo que proponen otros clubes.
En el caso puntual del Bosque ya estamos grandes y no somos boludos para que nos hagan creer que es más beneficioso ir a un lugar que no es propio a convivir con el club que compite contra nosotros que hacer crecer lo nuestro. A la larga buscar “la fácil” sin pensar en el futuro del club, se paga. Ya hicimos la prueba, alquilando en Tolosa y eso nos dejó fragmentados, con el promedio más bajo de los últimos años (que todavía hoy nos cuesta remar) y con la peor racha en clásicos de nuestra historia. Indalecio Demo de “Por y para el Bosque” tiene razón: el Estadio ciudad de La Plata nos divide y nos junta con Estudiantes. El Estadio del Bosque une a los triperos.
Como socios tendríamos que comprometernos un poco más, querer lo nuestro, no menospreciar lo que ya tenemos, al contrario: potenciarlo. No elegir paracaidistas. Cuando vengan a presentarse como los “salvadores” los que las saben todas, vamos a preguntarle un poco de historia ¿Qué hicieron ANTES de estar en campaña por el club? A ver si es cierto que quieren al Bosque ¿qué hicieron en concreto por nuestro estadio? Tienen idea real de que pasa en las divisiones inferiores o que se necesita – puntualmente - para mejorar el Bosquecito. No elijamos paracaidistas, elijamos proyectos y revisemos que hizo por el club, que posición tuvo en determinados momentos. Es como los técnicos, cuando se trae un técnico hay que ver que aval tiene, que experiencia, que piensan de él sus ex-compañeros, ex-dirigidos Qué resultados concretos tuvo. Porque para improvisados mejor poner uno de “la casa” ¿no?
A Gimnasia lo cuidamos todos, con nuestra cuota, nuestros votos y nuestro esfuerzo. Es demasiado grande para tener candidatos que a tres meses de las elecciones se acuerdan de que existe y que “hay que hacer algo”. Si tenían la receta y realmente quieren a Gimnasia la única prueba que no están buscando solo figurar, mandar o lucrar es haberse acercado antes a la institución y haber ayudado, sin excusas. Es la prueba de que quieren al club realmente.
Esperemos que nunca seamos una fábula donde se pueda decir en el futuro “tenían todo para ser un club más grande, ganar, crecer pero los socios no tenían compromiso con su lugar, protestaban pero no exigían crecer sino solo ganar partidos y electoralmente apostaron a mesías o paracaidistas”
Que crezca Gimnasia para poder tener mañana un club campeón que por ende genere equipos campeones, está en nosotros, en cada uno de nosotros, en nuestro voto, en nuestras exigencias, en nuestra paciencia cuando en lugar de traer un jugador de paso se construya y en nuestro compromiso. Gimnasia se merece el esfuerzo de todos para despertar al gigante adormecido. El amor por Gimnasia es tan grande que si lo encausamos, no hay rival. Pero primero hay que construir el club fuerte. Nuestro amor por Gimnasia, su estadio, nuestra gente, su escudo hermoso, la sagrada camiseta, vale la pena, vale el esfuerzo de todos.


Rafael Ton

jueves, 30 de septiembre de 2010

Mucho más que la caída del equipo me preocupa el crecimiento del club.


Cuanta más participación de los socios hay, cuantos más socios se suman, cuanto más se invierte en patrimonio, mejores resultados se obtienen.
Hay personas que siguen evaluando o confundiendo el gasto con inversión. Creen que es mejor gastar en un jugador (un Graf de 36 años, un Pellegrino de 24) a ver si “sale bien” que invertir en divisiones inferiores o hacer crecer el estadio propio para que genere más ingresos que no tendríamos que compartir con nadie: serian ganancias netas para nuestro club.
Lamentablemente Gimnasia-institución tomó decisiones que fueron absolutamente contrarias a esta lógica que hoy permitiría tener más jugadores nuestros, mayores probabilidades de ingreso por venta y mejores instalaciones propias para socios y deportistas.
El 4 a 1 en el Bosque en el 2005 marcaba una diferencia que iba más allá del resultado: ellos tenían que alquilar cancha…nosotros los aplastamos con la hinchada y en el campo de juego lo dejamos sin posibilidades de pelear el torneo. Ellos venían con el peso que significaba que hacía 10 años que no podían ganar en 60 y 118. Es más, Gimnasia llegó a pelear ese año el torneo. ¿Apuntalamos esto? No. Gimnasia se empezó a desarmar ¿la formula?: Alquilar un predio ajeno y dejar el estadio propio desmantelado. Los socios iban a 25 y 32 a ver perder clásicos, pagando los bonos más caros del fútbol argentino. Se vendió a Frutos, Lobos, Vargas, Licht, Cabrera, para traer a... Cornejo. Después llegó Maturana de técnico y pasaban los partidos y el promedio iba cayendo cada vez más. No hubo piletas subterráneas, no hubo manager, no hubo esponsores internacionales en la camiseta. Boca, River, Racing venían a La Plata tranquilitos y en 25 y 32 nunca perdieron con Gimnasia. Sumándole a esto, los clásicos, la peor goleada en contra y los chicos, nuestros chicos, crecieron y viendo eso.
Y hago un salto a otra fecha, el día después del 12 de julio, el día que tendría que haber cambiado la historia…A partir de allí, otra vez el concierto de desaciertos. Si el 13 de julio la comisión directiva organizaba un partido para empezar a reconstruir el estadio del Bosque o para juntar dinero para apuntalar el semillero con obras en serio y llamaba a cuatro o cinco ex jugadores: ¡quedaba gente afuera! Y ni hablar si se hacia una asamblea general y se empezaba a proyectar y trabajar con todo aquel que se sumara. Porque eso si servía y no las uniones a dos meses de las elecciones donde algunos aprovechan para hacerse conocidos, otros para ver si agarran algún cargo”.
Gimnasia ha sido una máquina de desaprovechar oportunidades. Seguramente los socios hemos pensado, en mejor o mayor escala, más en el equipo que en el club que lo sustenta y allí radica el gran problema.
Gimnasia no tiene bajo promedio por una sola razón. Hoy tenemos fresco en la memoria que se compraron jugadores que no rindieron. Hoy, lo dije a poco de su llegada y lamentablemente no me equivoqué: Cocca es un invento de los medios, alguien que parece no saber coordinar un grupo y que nunca obtuvo resultados, que se fue mal de Godoy Cruz de Mendoza (y que Asad sin ser prolijito y gritando consiguió mucho más) Cocca estuvo un torneo entero y recién se enteró con Rafaela que el negro Marco Pérez pateaba tiros libres; le trajeron ocho refuerzos y lo llevaron de pretemporada a Cancún. Colgó, sacó (en algunos casos sin dar la cara) y cambió lo que se le ocurrió en el plantel, pidiendo entrenamientos a puertas cerradas y con cero autocrítica obtuvo bajo su dirección: 30 puntos en 29 partidos y menos de un gol por partido…
Pero hay algo peor que esto. El club que lo dejó hacer. El club que se ató exclusivamente al destino de un técnico que no entiende lo que es Gimnasia. Porque si no fuera por los socios que no pertenecen a esta comisión directiva y que pintan el bosque, construyen el buffet en el bosquecito e intentan levantar el edificio para la concentración en Estancia, Gimnasia no genera nada.
No se ha organizado un evento, un partido, no se ha traído un esponsor importante, ocho, nueve carteles de distintas formas y color en el Bosque, que dan un aspecto horroroso al hueco que tampoco supieron llenar. El “logro” sería usar la plata que da la fundación del estadio de Tolosa, es decir esa devolución en cuotas de lo que se pagó por alquilarlo…y con eso hacer un gimnasio en la sede…
Realmente una pena. Da la sensación que el Pampa, Chirola y Messera podrían haberse ido de otra forma. Da la sensación de que Marito Díaz estuvo desaprovechado, alguien que sabe muchísimo de fútbol, que tiene vinculaciones y experiencia como pocos en el fútbol argentino y que ama a Gimnasia, es seguro que podría haber dado mucho más y sería importante que la próxima comisión directiva tendría que tenerlo en cuenta. Da la sensación que se hicieron las cosas a mitad de camino: se volvió al Bosque pero hoy, tras no aprovechar el parate del estadio cdlp, lo dejan en la misma posición que hace unos años, como actuando con demasiada tibieza para todo, como si una hoja de tilo pesara más que un bosque, como si creyeran que Gimnasia no puede hacer frente a nada. Da la sensación también, que se creyó que el único camino para salir de todo era vender un jugador y no se buscó ninguna otra salida. No hubo golpes de timón ni autocríticas en Gimnasia pero ojo, esto no es de esta comisión directiva, también atañe a las pasadas y a parte de la oposición, sin dudas. La misma falta de humildad de algunos que nunca hicieron algo por ayudar al club, no conocen el Bosquecito, no los respalda ninguna agrupación porque no tienen gente ni historia en Gimnasia y creen que porque tienen plata es fácil y se auto-candidatean a presidente, a dos meses de las elecciones. Eso es tan terrible como lo anterior. Y también a uno mismo, habría que ver si cada uno de nosotros se involucró como debía e hizo las cosas lo mejor que pudo. Porque da la sensación de que no hay mejores hinchas que los hinchas de Gimnasia pero que deberíamos ser mejores socios.
Hoy, más allá de la bronca espontánea que sentimos todos, es momento de empezar a reconstruir y apuntalar lo nuestro, cada uno con lo que quiera y pueda aportar. Sinceramente, revertir la situación futbolística con estos puntos heredados es más que difícil, Cocca nos deja un plantel muy pobre. Seamos concientes de eso, no hay gran jerarquía. Pero si nos enloquecemos, obramos por calentura o desesperación, nos puede ir mucho peor. ¡Basta de buscar salidas mágicas!.
Si con toda la fuerza y sin salirse un milímetro, reconstruimos lo nuestro, empezamos a cimentar un club fuerte, en pocos años, con la gente que tiene Gimnasia, somos mucho más que Vélez, mucho más que Lanús o que la mayoría de las instituciones de primera. Construir lo propio sin otros colores ni formas que las nuestras, obsesionados por tener un club fuerte, constructor, con buena imagen y de esta manera tener equipos nuestros, surgidos de nuestra cantera y en nuestro bosque, cada vez más grande para que se hagan chiquititos a los visitantes. ¡Qué todos se sientan como se siente caperucita cada vez que viene al bosque del Lobo! Utilizar y potenciar lo mejor que tenemos y aprender de los errores.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Unidad no es rejunte


Crisis. Uno que es optimista crónico (en algunos aspectos) recuerda siempre aquello que en chino “crisis” es la unión de dos ideogramas y que una crisis puede ser tomada como una oportunidad.
En occidente la palabra crisis señala el momento de mutación durante una enfermedad, que puede desembocar en un estado de empeoramiento o de mejoría del convaleciente. También se aplica a puntos de inflexión que marcan momentos de inestabilidad.
¿Gimnasia está en crisis?
Pareciera que sí. Hay azotes que han pegado durísimo en el pueblo tripero. Los cimientos de estos problemas son profundos. Aunque duela decirlo pero es la pura verdad.

Gimnasia no construye.
Hace años. Así estamos.

Gimnasia se somete a los vientos ajenos. Trata de zafar. Intenta poner parches. Hay socios que buscan salvaciones mágicas. Hay socios que ponen todo su amor (y son héroes en ésta historia) en distintos sectores. Pero no hay un plan organizado. No hay una constante. Hay resignados que piensan que Gimnasia no puede afrontar nada grande, propio (esto, sin dudas, es lo peor que nos puede suceder) y hay poca memoria.
Hay gente que pide unidad, lo hace con toda buena voluntad pero comete errores graves.
Si el club sigue sin construir como la mejor forma de crecer, el club pasa de la crisis a terapia intensiva (con todo lo que ello implica). Detrás de cada resultado de Vélez o de Lanús, sosteniéndolos: hay un club que se reconstruyó primero.
Pero hay gente que no piensa así, sigue sosteniendo que no hay que construir ni sumar socios que toda inversión es gasto, piensan que hay que pedir plata para “comprar jugadores y ver si nos sacamos la lotería de salir campeón. Compartiendo estadio con nuestros rivales, el estadio que diseñaron ellos y donde nuestros pibes sufrieron la peor goleada en contra, sin que nadie de los propulsores de ese engendro pidiera alguna vez perdón y se hiciera cargo. Pero hay gente que quiere conseguir plata para jugadores, jugar en cualquier lado y quejarse del hueco en 60 y 118 en lugar de levantar una platea y cambiar un poco el maquillaje de la imagen y vendiendo camisetas y gorros. Ese sería el “otro” modelo.
Que quede claro: Es imposible la unidad entre ambos modelos. O seguimos apostando mientras los pibes que defienden nuestra camiseta se bañan en Estancia Chica con agua fría en invierno, mientras el patrimonio no se cuida orgánicamente y mientras se gasta en los “Muller” los “Cornejos” o los “Casas”. O empezamos a construir más allá de los resultados para - en un par de años - empezar a tener buenos resultados gracias a tener un club sólido.
Que la impaciencia no nos haga tropezar otra vez. Porque las heridas y moretones son cada vez peores, cada vez hacen más daño.
Unidad tras objetivos: si. Rejunte: no.
Roberto Vicente, quién se negó a dar una asamblea durante su presidencia, desechando el pedido de casi mil trescientas firmas (con 600 alcanzaba) presentadas por mesa de entrada y llevadas en mano por Néstor Basile y muchos más socios, éste ex–presidente hoy figura en una mesa de consenso…recordemos que al tiempo de desechar el pedido de 1237 socios que juntaron aquellas firmas en poco más de 48 horas, presidía y cobraba un sueldo (él, no el club) como integrante de la fundación conjunta con nuestro club rival.
Vale, cerrando esto, un recuerdo: hace unos años fui a Uruguay y en una charla de actualidad y política de ambos países un uruguayo me dijo algo que me quedó grabado: “De La Rúa lleva al ministro de economía del gobierno anterior (Cavallo) para arreglar el desajuste económico que hizo el gobierno anterior. ¿Los argentinos realmente piensan que eso puede traer algo bueno?”…Ya se sabe como terminó todo.
Los que obraron autoritariamente, tiempo atrás, hoy no deberían pedir consenso, deberían pedir disculpas al pueblo tripero. Ese pueblo tripero que no recibió sueldo de la fundación estadio de Tolosa, ese pueblo que pagó de su bolsillo la cuota que hizo que Gimnasia siguiera vivo y ese pueblo que al otro día de alguna derrota está juntando dinero para volver a alentar a su Lobo, ese pueblo, de una vez por todas, merece que se CONSTRUYA, me refiero al sentido amplio de la palabra, construir en grande todo: divisiones inferiores, estadio, bosquecito, pensión, vestuarios para los pibes que defenderán nuestra camiseta y en cada rincón. Es el espíritu de los socios que apuntalan e integran “Por y para el Bosque, es el espíritu de los socios que tratan de construir el vestuario de primera en Estancia o de los socios que van todos los días al Bosquecito a terminar de construir un bufet o arreglar una cancha para los más chicos. Los socios que hacen eventos para ayudar a la pensión. Construyen sin pedir. Eso, multiplicándolo y organizándolo, hará grande a Gimnasia. Buscando soluciones no excusas, trabajando, todo para el crecimiento de Gimnasia exclusivamente, todo en azul y blanco, como debió ser siempre.
Rafael Ton
*Imágen de la platea H terminada del proyecto ecológico y que se puede ir construyendo en etapas: 60-118 del arquitecto Luis Díaz.

lunes, 30 de agosto de 2010

¡Cuidate Lobo!

¡Cuidate Lobo! De los paracaidistas que aparecen a tres meses de un acto eleccionario con las recetas que nunca usaron para ayudar al club. ¿Dónde estaban cuando se necesitaba apoyo para el Bosquecito, para los pibes que entrenaban sin agua caliente en Estancia o para el estadio?
¡Cuidate Lobo! De los de mente chiquita que piensan todo horizonte en chiquito. Cuidado en serio con aquellos qué especulan sólo en el equipo y no en hacer fuerte al club para tener muchos equipos buenos. Porque lo marcan los ejemplos: los clubes descienden y entonces los equipos caen, no al revés.
¡Cudate Lobo! De los que necesitan ahora preguntarle a la gente ¡¡¿Dónde quieren ser local?!! Intentan llevarnos directo a la trampa para dividirnos, para obligarnos a tratar de “elegir” entre el propio estadio desarmado y el estadio diseñado por simpatizantes pinchas con techito. Primero vayan por las obras propias, piensen en grande. Si hay que explicarles que el Bosque es la casa del Lobo, hay que cuidarse de votarlos.
¡Cuidate Lobo! De los mediocres que están más preocupados por las presiones ajenas que por los deseos de desarrollo propio.
¡Cuidate Lobo! De las promesas grandilocuentes, mejor que muestren proyectos realizables, aunque sea a largo plazo, no sea cosa que retrocedamos para caer en lugar de ir pisando fuerte de a poco.
¡Cuidate Lobo! El año que viene tiene que ser el año del despegue, no porque se ganen 3 o 4 partidos seguidos (¡ojala suceda y sean más!) sino porque se fortalezcan con actitud y voluntad real, tres pilares para crecer y hacernos fuertes:
1) Reforzar, acrecentar, apoyar: el semillero, desde el Bosquecito hasta la reserva. Generar jugadores a futuro para no tener que salir a comprar y sí tener para vender como hace Vélez o Lanús
2) Campaña concreta para sumar socios y el aprovechamiento integral de los espacios de club (licitar canchas de fútbol 8”, gimnasios y distintas actividades de probada convocatoria en nuestra región.
3) Inmediata puesta en marcha del Proyecto ecológico y en etapas “60 y 118” del arquitecto Luis Díaz incluyendo pileta techada y cerrando el estadio del Bosque.
En éste punto vuelvo a repetir lo que publicó la revista Ginasiá! Nº 6:
Tenemos que ponernos a trabajar por todos esos pibes que en esos cinco años nefastos (de 25 y 532) se pudieron confundir y creer que Gimnasia es menos que otros, que no se le puede ganar a ningún grande. Nos quisieron hacer creer que Gimnasia no tiene el potencial como para reconstruir su propio lugar, bien localista y tripero, para jugar en el bosque, todos los partidos, sin excepción.
Hay que explicarles que Gimnasia puede. Los Triperos unidos podemos. ¡Qué ellos, nuestros pibes, no se dejen engañar!: tenemos que hacernos más fuertes pero sin dejar de ser nosotros mismos. (Como pasó en el último clásico que ganamos 3 a 1 en el Bosque) y qué siempre será preferible que si nos toca perder, sea con dignidad y en lo que vamos construyendo nosotros. Triste en serio sería perder en campo ajeno, ideado por ellos. No perdamos la localía y no perdamos nuestra forma de ser locales, que no nacimos para sentarnos, nosotros somos parte, ellos son pasivos.
Hay que hacer las cosas para que Gimnasia sea Gimnasia, mantenga su esencia y su magia popular.
Lobo y Bosque. Hay algunos que esa conjunción les jode. Les duele. Van a venir con mentiras, van a querer tratarnos de boludos diciendo “no dejemos que ellos se queden con lo moderno, lo cómodo”…hay que responderles con lo que realmente les va a joder: nosotros somos: Lobo y Bosque. Y somos demasiado grandes para compartir algo que nunca será nuestro y lo diseñaron ellos. Y demasiado pasionales para sentarnos a ver, somos distintos. A algunos les duele. En cambio a nosotros, parte del pueblo tripero, nos hace felices y un poquito más. Lobo y Bosque. Gracias, Lobo y Bosque.
Defenderlos y buscar que cada vez sean más fuertes...
Lobo y Bosque. Son parte de nuestra vida y nuestra mejor aventura. Lobo y Bosque.
Amén.
Rafael Ton

lunes, 2 de agosto de 2010

LLEGANDO AL BOSQUE X RAFAEL TON


Llegando al Bosque x Rafa Ton (ya falta menos…): Mirar otra vez la hora. El trabajo. El colegio. El parcial. Salir a la calle con éste frío. Aguantar el sermón. Bancarse la espera. Falta menos es cierto pero como se extraña.
Ayer a la noche, antes de dormir, apoyé la cabeza en la almohada y empecé a imaginarme que ya estaba yendo para 60 y 118.
Me veía llegando al Bosque y empezaba a ver emerger de las casas: una familia, un viejo y su hijo, tres hermanos. Y de una esquina la barra de amigos, haciendo jodas, pasándose la birra de mano en mano. Y ya más cerca del bosque, preguntarme que dirán y que pensaran aquellos que van como atraídos por un imán al mismo lugar que yo. Por ejemplo aquel que va con el carnet de socio en la mano, apurado. Aquella pareja que van de la mano, mirándose a los ojos y por una misma senda que conocen de memoria.
Y empiezo a escuchar los bombos ¿quién vino tan temprano con bombo? Y el gordo con su camperón azul, el flaquito fumando que aplaude solo y aumenta la velocidad. Y el olor a choripán. Y por allá una sombrilla que amaga con salir volando pero vuelve y sube otra vez y vuelve a bajar, al compás de los gritos. Sostenida por un brazo tatuado con un escudo que es nuestro escudo. Y veo unos que corren, como si faltaran segundos y cerraran la puerta pero todavía falta un montón.
A mi me gusta ser de Gimnasia, azul y blanco es mi corazón, canta uno de voz gruesa. Y el pibito que pide gaseosa y el padre que lo reta “no jodas desde ahora, esperá, vinimos por el Lobo no a comprar nada”. Y la frase me queda en la cabeza “vinimos por el Lobo”…somos el Lobo.
Están llegando todos, el de la estadística, el que se sabe los refuerzos de memoria, el que viene y no tiene idea de los jugadores pero está trepado al alambrado y deja el alma en cada grito, el cabulero y el que trae la bandera de su barrio. Y me veo llegando y deseando que nunca pero nunca nos quiten esto. ¡Qué ningún hijo de puta de saco y corbata, de esos que se autodenominan que "la tienen clara" nos saquen esta alegría tan nuestra de estar llegando al bosque!
Qué magia, estar llegando ilusionados, abrazando el reencuentro y la fiesta, con la camiseta gastada y las ganas de que estemos todos unidos gritando, esperando el orgasmo de ver salir a Gimnasia, otra vez.
El hecho de estar entrando al Bosque, ya me conmueve, el llegar al Bosque es nuestro terremoto interior. Escuchar las bocinas que vienen de Berisso o de Ensenada o de cualquier lugar. La trompeta preparándose, la cargada o la protesta de los jodones o de los pesimistas. Todo eso es un mundo aparte.
Y parte de nosotros es estar volviendo al bosque. Parte de nuestras vidas es estar subiendo los escalones con la esperanza que nos palmea en el pecho como hacía el viejo Griguol con los jugadores, la diferencia que a nosotros nos golpean el pecho los viejos espíritus.
Ya estoy llegando y pienso en todos aquellos que vienen a pintar nuestra cancha o que la defienden sin pretextos o que proyectan renovarla y ampliarla. Nose como darle las gracias porque están cuidando todo esto.
Esta caminata previa al Bosque, este esperar que ya sea la hora de ver y alentar al Lobo, esta sensación única, no tiene precio. Se diluyen los problemas del laburo, el resultado no querido en el parcial, la bronca por eso que nos salió mal, el mal rato con el jefe, todo eso se borra cuando estamos llegando y sentimos esa energía que transmite un bombo, unos locos que gritan por Gimnasia, la tribuna vista desde afuera, las camisetas que brotan entre los árboles centinelas de nuestro bosque y las banderas flameando.
Ya falta menos. Ya quiero estar llegando a nuestra casa. Cuidemos todos estos tesoros, el día de mañana nuestros hijos y herederos de esta pasión, merecen sentir lo que se siente cuando llegamos a nuestro Bosque. (Rafael Ton)

viernes, 30 de julio de 2010

Favaloro, el Mondongo, Néstor Basile


Nota publicada en revista Ginasiá! Nº 3.
A continuación las palabras de Néstor Basile, en un homenaje hecho con el corazón tripero a ese tripero que supo cuidar tantos corazones, sin distinción de clases o colores. Texto escrito a pocos días del fallecimiento del Doctor René Favaloro:

René Favaloro: No Nació En El Mondongo ¿Y Qué?


“Cuando la galerita del cajetilla Alvear reemplazó al peludo Irigoyen en la década del 20, cerquita del barrio Mondongo – que luego adoptó como propio – nacía en La Plata el multifacético hijo pródigo de la ciudad.
En la escuela 45, los pibes de un barrio “tripero” y por entonces proletario, se juntaban en el recreo y a la salida para competir en los juegos infantiles donde ganaba la habilidad, la destreza en el manejo de la puntería más lechera, del trompo más saltarín, del barrilete más sereno...
Pero la pasión de los pibes era el fútbol. En esos partidos de “rompe y raja” de barrio contra barrio René ya se anotaba para el Mondongo y desde entonces nadie supo que nació en la calle 5...
Dato raro, una perlita en la pereza de los movileros del chisme que nunca se ocuparon por develar.
¿A qué se debe esta inocente traición posiblemente la única que cometió el ilustre argentino?
Es explicable. El Mondongo era Gimnasia, un sinónimo obligado. Entre sus anécdotas, cuenta el médico gaucho que “jugar barrio contra barrio era fácil, o cuadra contra cuadra... difícil en cambio resultaba jugar un clásico, porque entonces todos los pibes de todos los barrios se ponían la de Gimnasia, la mayoría nuestra era abrumadora. Para hacer un partido así, los triperos teníamos dos o tres equipos completos y ellos dos o tres pibes, así que les prestábamos tres o cuatro maletas y los goleábamos siempre”. Su tránsito por la facultad de Medicina, antes de recalar en la biblioteca Euforión para fagocitar los libros que el presupuesto familiar le impedía comprar, tenía una tregua obligada: El estadio del bosque para ver los entrenamientos, refugiados entre los eucaliptos, respirando aire puro bien tripero, ante de sumergirse en la lectura sin final.
Abordar su biografía profesional, destacar su labor en el interior del país, su perfeccionamiento en Estados Unidos y su regreso triunfal a la patria que amó con pasión – igual que a Gimnasia – con la pechera cargada de medallas que nunca lo marearon, es una tarea inútil por reiterada.
Difícil, en cambio, es explicar el tiro del final, el coraje del suicidio después de golpear todas las puertas de la burocracia y la corrupción de un sistema que nunca lo pudo doblegar, ni siquiera en el adiós final, a su manera, dando todo por los demás. Jamás eludió el compromiso social, esa deuda universal que tiene el mismo sistema que lo “mató” como a varios miles de millones de los suyos. Su tarea en el campo, como cardiocirujano o en la fundación, siempre tuvo un destinatario excluyente: el hombre común. Ese oscuro personaje, como le gustaba decir al inigualable Osvaldo Ardizzone, “que no dispone siquiera del derecho a que le escuchen y le atiendan su opinión.”
Se ha dicho que todo gran estilo tiene continuadores y no lo creo, pienso que Favaloro es irreproducible, aún admitiendo la aparición de alguien que lo supere en la técnica del by pass. Imposible, igualar el plus de su humanidad y de su polifacética personalidad. Las horas que vivimos no son caldo de cultivo para la emulación, nos urge la frivolidad, los espacios económicos nos conducen al desastre social, ya no hay tiempo para embellecer la relación del médico y el paciente, “gran hermano” es “el rayo” de la cultura, el tango se transformó en gimnasia aeróbica y el fútbol parece ser un negocio guarango para faenar pibes, con el aval de los padres, que los entregan como esclavos a representantes antropófagos. Es bueno entonces, para aguantar tanta mugre, con un cachito de esperanza, recordar a este arquetipo tripero ¿Es que en realidad hubo algo que no haya sido el maestro en su tránsito apasionado por todos los fenómenos populares?: Conferenciante, escritor, filósofo y aún sin proponérselo predicador y moralista. Le bastó ser de Gimnasia y la breve dimensión de una pelota de fútbol para penetrar en los infinitos recovecos del alma humana.
Observo su retrato abrazando con amor la camiseta albiazul y descubro en su rostro misericordioso, en sus ojos compasivos, su historia, su geografía y el mensaje de su corazón esclarecido.
Gimnasia y el retazo que nos queda de humanidad lo han escogido como heredero para susurrarnos en el oído el porqué de su queja, el eco trágico de su final, y también un grito de dignidad, el gol tripero de la justicia, y una postal para que mis nenas, Malena, Marilyn y todos los pibes del mundo tengan mañana el espejo, la caricia, el sueño de un mundo mejor. Néstor Alberto Basile

domingo, 20 de junio de 2010

2 años triperos

El viejo con más de 80 años nos abrazó de nuevo. 21 de junio de 2010. Hace 2 años volvíamos a casa. A varios se les escapó una lágrima cuando volvieron a pararse o acomodarse en el lugar “de siempre”. Es que era un reencuentro para muchos. Y había cosas que habían cambiado y todos habíamos aprendido alguna cosa más.
Dos años…y parece que hubieran pasado muchos más. Cierro los ojos dos instantes como mucho y veo: El gol de Alonso sobre el final del partido contra Huracán. Veo los fuegos artificiales al ganarle a San Martín de Tucumán. El pasillo de la popular del Bosque a reventar y la banda con los bombos. Veo el Gato levantando las manos en el Bosque, ahí donde venía de “visita” pero decidió venir de local para dar una mano, o mejor dicho las dos. Veo, o mejor dicho escucho el “Chirooooo, Chirooooooo” y el “Ginasiá!, Ginasiá!, y la verdad que siento que en ningún otro lado del mundo se siente igual. Veo al Pampa Llorando el 12 de julio. El cabezazo de Niell que me nubló la vista y siento, otra vez, como esa tarde, todos los abrazos. Veo al papá con su hijito en los hombros y ambos con las manos en el alambrado y pienso en que todo esto sigue. Veo el cielo, son como flashes ¿Desde cuando no le ganábamos a Boca? Y pienso para mí…”Desde que nos habían sacado de tu lado bosque”. Y me acuerdo también de todos saltando cuando terminó el partido con la victoria ante Independiente y ante Racing.
Veo a los jugadores de ellos, incómodos, con nuestros gritos azotándole los oídos. Veo el gol de Cuevitas, que gritamos antes de que entrara para que la historia nos diga que alguna vez nos podrán ganar, seguramente alguna vez pero… ¡cómo les cuesta, como les duele el bosque!. Se achican cuando llegan a la guarida del Lobo, toda la vida fue así! Se les deshacen las copas y se van con la cabeza baja. El abuelo tenía razón, me vio nervioso, es que venía golpeado porque el ciudad de la plata suena a frío, a ellos, tiene la forma de ellos, de sus amargos festejos, sentaditos… pero cuando me iba para 60 y 118, el abuelo querido, que le cuesta oír bien y ver de lejos, me dijo sabio, desde su añeja hamaca: “anda tranquilo, en el bosque no”. Y por arte de magia,¡Que maestro el viejo! Aquella tarde mi pueblo, el pueblo de mi abuelo, festejó con su frase y su presagio fue canción, en un día que jamás olvidaré.
Y la historia sigue, en tus viejos brazos gigantes con forma de tribunas. Y vino otra promoción y otra victoria y mucha angustia, muchos nervios. Pero seguimos en primera. Y ahora, éste 21 de junio, a dos años de volver a sentir esa locura de alentar sobre tus brazos gigantes, disfrazados de tribunas, estoy esperando que pasen las horas para volver a gritar por mi Lobo querido.
Tendríamos que hacer el esfuerzo para completarte totalmente. Y sobre el hueco reinstalar la pasión sobre cemento. Quizás sea la segunda oportunidad que nos estas dando para unirnos. Para completar la historia, esa historia que, como diría mi abuelo, se va a dar cuando seamos definitivamente un club constructor y también, vendedor de geniales jugadores. Yo quiero verte entero, jugar en vos, con vos, por siempre y para siempre. Más allá de que alguna vez perdamos, porque eso no tiene nada que ver, sos lo mío. Punto. Vos sos yo. Vos sos nosotros. Yo quiero una tarde, cualquiera, dentro de muchos, muchos años, cuando mi nieto salga para enredarse en canciones y saltos en tus brazos gigantes, con forma de tribunas, poder decirle como me dijo mi abuelo, que hoy me acompaña desde el cielo: “ganamos o perdemos al Lobo lo queremos pero hoy, andá tranquilo…en el Bosque no”.(Rafael Ton)

Escrito a dos años del regreso a casa.

Dedicado a los que trabajan y luchan constantemente y sueñan con los ojos abiertos y proyectos con un 60 y 118 GIGANTE, porque entienden que GIGANTE es nuestro pueblo y es GIGANTE nuestra pasión.

sábado, 5 de junio de 2010

¡Memoria, Triperos!

La memoria es el centinela del cerebro.
(William Shakespeare)
Pensar que no podríamos “ser” sin memoria. Qué importante que es y sin embargo que poco valorada suele ser. Y como dijo el creador de Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll: ¡Qué pobre memoria es aquélla que sólo funciona hacia atrás, sin sacar provecho para lo que viene!”.
A veces uno observa en algunos multimedios (sobre todos televisivos pero también algunos gráficos y radiales) como ejercen la memoria selectiva y uno no deja de pensar en todos esos chicos que no se enteran de ciertos hechos puntuales y significativos. De cómo nació la cosa o de cómo viene la mano. Se le veda, se le tapa cierta información y a la vez, casi todos los medios, vomitan casi los mismos datos. Parciales. Parecidos.
Podría comprobarse esto con simplemente preguntar entre menores de 22 años si saben que el ex-director técnico de Arsenal (el mismo que en 1996 en una definición de campeonato pateó un penal con la fuerza de una bailarina de ballet ante Chilavert) tuvo un caso comprobado de soborno en Francia. ¿Qué medio lo recuerda? Algunos le recitan el currículum entero, a otros se les olvidan algunos detalles…¿Quién recuerda la pobrísima campaña de Bilardo y Maradona en el Sevilla? ¿Qué medio menciona en la actualidad que los simpatizantes de uno de los equipos que pelearon éste torneo, comenzaron a ir a la cancha en la fecha 15. Quejándose en todos lados por que tienen que hacer un viaje de 35’…aduciendo temores a su propia barra? Otra más, Hace unos meses: ¿Qué medio salió a desmentir en titulares grandes la mentirosa propuesta del Manchester City por un jugador? Si hasta dieron cifras (11 millones)… La farsa del supuesto pedido, si salió grande… pero la desmentida hubo que leerla con lupa y nadie juzgó como sí se juzgan otras cosas. ¿Qué medio recuerda que la copa intercontinental se jugaba en los países de los dos clubes y que gracias a las patadas, a los golpes a traición recibidos por un equipo vecino, se tuvo que jugar dicha copa, tras finalizar la década del sesenta, en campo neutral? Una vergüenza nacional que pocos parecen recordar… Así podríamos seguir páginas y páginas. Son datos que pocas veces aparecen en ciertos medios, a veces ocupados en hablar de los chusmerios baratos sobre pases que “podrían” darse y peleas que “según trascendidos” ocurrieron y quejándose, señalando el mal comportamiento de los hinchas que no se comportan como televidentes sumisos.
Y pasando estrictamente a Gimnasia ¿Qué medio televisivo, gráfico, recuerda que Gimnasia se enfrentó solo, allá por la década del noventa contra la imposición del estadio trucho?. (Por eso la fecha del 10 de Diciembre homenajeando la marcha a la municipalidad al grito de NO al estadio compartido y ajeno, y SÍ a la reconstrucción del Glorioso del Bosque) ¿Quién recuerda que los vecinos albirrojos no solo aceptaron encantados la idea sino que fueron los propulsores, los que eligieron comodidad antes que colores propios? Hay muchos chicos que no saben esta historia que marca algo que es innegable: el estadio de 25 y 32 es el estadio pincha. Por su forma fría, porque ellos lo pidieron así, lo diseñaron a su conformidad, con su mentalidad. Ellos aplaudían contentos mientras Gimnasia era quién combatía para preservar sus raíces, su patrimonio, su identidad…su memoria para tener un futuro mejor. Esto hay que tenerlo en claro. Es historia y por eso sirve para el futuro. Porque no faltará el que aparezca hablando de “progreso”, teniendo intereses ajenos a Gimnasia o bien no importándole porque crea que Gimnasia no es un club, un sentimiento con un pueblo detrás, sino un equipo y nada más y no le importe donde jugar. Intentaran exponer “no dejemos que ellos se apropien de 25 y 32” cuando es mentira porque ellos SON 25 y 32. Ellos son el sentarse a ver el partido ahí. Ellos son los que no les importa que ese freezer de cemento no haya colores ¿Qué les va a importar alquilar ese escenario de Tolosa, el que ellos sienten como propio aunque no tenga distintivos, cuando cambian su propia camiseta de negro y gris, a mostaza o a rojo a blanco a rayas?
Por eso hay que tener memoria, saber quienes somos. Si alguna vez, todo esto nos da lo mismo, estaremos perdiendo el rumbo, definitivamente.
Porque hay otra verdad que tampoco muchos medios dicen:
Argentinos hace SU cancha y pelea campeonatos. Colón hizo SU cancha (negándose a la posibilidad de juntarse con Unión) y está en primera y luego de construirla entró por primera vez a la Copa Libertadores. Vélez tiene hace años un presupuesto especial para su cancha. Siempre hay arreglos, novedades. Es una constante del equipo de Liniers, tanto cuidar y hacer crecer SU cancha como pelear títulos. Lanús, se mantuvo firme en su postura, construyendo la suya mientras sumaba socios. Se banco descender pero volvió y siguió edificando…resultado: salió campeón por primera vez en su historia en SU cancha. Y Banfield, con ayuda externa o no, hizo SU cancha y logro su lauro. Es más, podríamos agregar, que los vecinos mismos obtuvieron SU cancha, a su manera, consiguiéndola sin pasión y casi “desde arriba”: está en 25 y 32. Allí donde, lamentablemente, volvieron a ponerse de moda. Podemos decir que Boca con un modelo que fue excluyendo a los más humildes, achicando las populares, plateizando la Bombonera y privilegiando turistas antes que a sus hinchas, también reformó SU cancha y logró con Bianchi muchos títulos. Esto luego de rotundos fracasos de la era Macri (que la mayoría de los medios olvidan) caso Bilardo y su dream team millonario y luego también Veira. Fracasos que llevaron a que los hinchas de Boca colgaran banderas negras y abuchearan a su equipo. Pero siguiendo el repaso de los estadios, hasta podemos también recordar a San Lorenzo que estuvo 21 años sin lograr un título y pudo volver a festejar campeonatos y hasta copas sudamericanas cuando volvió a ser local en un estadio con SUS propios colores.
Todo esto deja en claro: “obras grandes, grandes logros”. Esto en etapas, no se necesitan millones de entrada, se necesita ir sin prisa y sin pausa por un Club fuerte para sí obtener: mejores resultados”. Cuando vengan esgrimiendo que la solución pasa por comprar jugadores con apellidos conocidos… tengamos memoria, es lo que nos va a salvaguardar de creerle a salvadores “eficaces” que nos pueden hundir. Hay que utilizar la memoria, hay ejemplos a montones, uno puede ser de hace algunos años: Macri comprándole un equipo de estrellas a Bilardo para no conseguir nada (salvo un 6 a 0 histórico, en contra) o uno más cercano: un Racing que “compraba todo” que tras ganar en la primera fecha era “el” candidato y hay que observar que lejos estuvo de pelear el torneo.
Si empezamos con obras en el club, escalón por escalón, vamos a ir subiendo en todo sentido. Bosque propio, localista, a nuestra manera + Bosquecito + semillero + campañas concretas para que todos los triperos, principalmente los más humildes, puedan ser socios y aportar su granito de arena + la pasión de siempre: eso dará los mejores resultados. Sin dudas.
Si hay una deuda pendiente es porque pocas veces se pensó en hacer mucho más grande al club. Potenciar la fuerza de ese pueblo pasional y fiel como pocos. Por una cuestión obvia de convocatoria es innegable que alguna vez se tendría que haber llevado a cabo el estadio que la gente largamente se merece. Distinto al resto, como somos los triperos, bien localista, en el Bosque. Para tener un lugar propio donde festejar logros de equipos nacidos y contenidos en el club, es decir respetuosos de la camiseta y de su gente.
Se puede. Todo se puede con metas claras y entusiasmo. Un día tenemos que encontrarnos abrazados emocionados, como un 12 de julio tras la hazaña ante Rafaela. Abrazados con la misma alegría que festejamos el ganar 4 a 1 el clásico en el 2005 o el 3 a 1 último, así tiene que ser. Seguramente si tenemos memoria y nos unimos con la voluntad de crecer como club, no pensando solo en el equipo, podremos festejar a lo grande en nuestra propia casa, que será mucho más grande.
Rafael Ton
para Revista Ginasiá! de Mayo 2010

lunes, 31 de mayo de 2010

UN HINCHA DE GIMNASIA x Rafa Ton

UN HINCHA DE GIMNASIA
X Rafa Ton de Revista Ginasiá! Todos los meses a 5 pesos en kioscos de diarios y revistas


En una entrevista, hace un tiempo atrás, me tuve que cruzar con un tipo, un rosarino, leproso lavadito, careta, de esos típicos pelotudos que cuando las cosas van mal “esta todo arreglado” y cuando las cosas vienen bien “somos los más grandes”. Encima pretendió cargarme, solapadamente, por uno de los clásicos que Gimnasia perdió en el puto estadio trucho. Y entonces me preguntó ¿Qué era ser hincha de Gimnasia? Como queriendo decir ¿Cómo hacen para ser hinchas de Gimnasia si no tuvieron equipos campeones en los últimos años? El resultadista, que estaba contento y agrandado y hablaba porque habían ganado hacía poco un torneo, me pregunta ¿Qué es ser hincha de Gimnasia?. Y uno no puede dejar de pensar, con semejante pelotudo que sí la pelotita no entra no se pone ni la camiseta: “¿como hago para que me entienda?”… Con un detalle que hay que contar: entró al estudio con una campera de lluvia (lloviznaba afuera) con dos rayitas azules y amarillas (y él era de Newells) y otro de los entrevistados le preguntó ¿Qué haces con esos colores? Y el boludo fosforescente (porque hasta de noche se veía que era boludo) respondió: “no importa eso, me la regaló mi vieja…” y como todos nos reímos y quedo en evidencia, agregó: “además es de marca, loco, la quisieran tener ustedes”…
Era evidente que era al pedo contestarle a ese pero había otros escuchando entonces respondí, mirándolo a él: “imaginate una tormenta. Pero una tormenta grosa. Que tiemblan las paredes. Que caen relámpagos. Qué los truenos aturden y hacen correr a los perros asustados en las calles. Con viento, remolinos. Cerrá los ojos y sentí ese viento, que tira basura, que levanta tierra, que se te mete en los ojos y no te deja ver. Pensá en una tormenta con nubarrones negros de plomo, que parece que no se va ir nunca. Gotas de agua con forma de agujas que te pegan en la cara y te empapan en cuestión de segundos. Ahora, en medio de esa tormenta, imaginate a un tipo en cueros, con jeans gastados. Con un caño de plástico gastado, con una bandera gastada, rasgada. El tipo empecinado, esta tratando de que la bandera flamee a pesar del peso del agua en la tela. El tipo también empapado y con las gotas como agujas que le pegan en el cuerpo, con los pies que se hunden en el barro. Y a pesar de que con todo el esfuerzo la bandera, obviamente, por la tormenta, no puede ondular del todo, le brota un grito desde el alma: ¡Vamooos Loboo, carajo!.
Aunque putee como todos o proteste a veces en la cancha, trasciende el fútbol. No importa si se viene de perder, de ganar, de empatar o si hubo partido en la semana. No necesita que las cosas salgan bien para sentir y para estar. No nace su pasión de un motivo “lógico”. El grito de amor por el club, que es su bosque, su viejo, su pibe, su amigo, el escudo, su camiseta y mil cosas más se condensan en ese grito de ese loco empapado que nunca es el único, porque siempre aparece otro tripero que entiende y siente lo mismo: ese “solo” grito, ya vale la pena, aún en el medio de la peor de las tormentas. Eso es un hincha de Gimnasia”.
Rafa Ton de Revista Ginasiá!.

lunes, 24 de mayo de 2010

Corazón Tripero


Pobre corazón. Ya no palpitaba: ¡cabalgaba!.
Gritar. Cantar. Saltar. Abrazarse y pensar "ya está, ahora los acorralamos y con más espacios, goleamos” y a los poco minutos "no está nada, gol de ellos". Y otra vez y a sufrir. Y así y dale que va. ¿Hace cuanto que venimos con nuestras banderas, aguantando en esta montaña rusa? Cayendo, subiendo, bajando, gritando, con los ojos abiertos, con los pelos de punta”.
Y ésta última tarde nos tenía reservado lo que al menos mi memoria ya casi no registraba: "un golazo de tiro libre". Marco Pérez. ¿Para que los hacían patear a Maldonado y Aued los tiros libres antes, para qué? preguntaban indignados algunos hinchas. Y asomó otro dato, nada común para nosotros: dos jugadores expulsados del rival. Y un arquero que se lastima feo y tiene que salir (y todos aplaudimos en señal de apoyo, como no olvidando que esto no es una guerra, aunque nuestro corazón lo sienta así). Y hablando de guerra me dijeron que hubo “bombas” ayer por la noche en el hotel donde pretendían descansar los jugadores de Rafaela. ¡Qué locura!. Ya había pasado la vez anterior. Es que algún tripero habrá dicho, si no dormimos nosotros, menos duermen ellos. Y uno los mira de reojo, allá en la tribuna visitante. Devolvieron 1000 entradas de las 3300 que le dimos...No todos son como el Lobo.
¡Qué desordenados tengo todos los recuerdos! Es que estoy agotado, he tenido dos semanas de correr y gambetear y atajar y en el final: nada de partido tranquilo, al contrario. Porque pareciera que Gimnasia le gusta complicarse. Hasta el final del partido con los nudos en la garganta…
Y eso que salió todo a pedir del Lobo. Porque veníamos con 13 puntos y el primer partido lo perdimos en Mendoza…pero bueno, nos protegió el Bosque, cayeron las colegialas (¿ahora tendrán de clásico a Quilmes?) Boca, Racing, Independiente, la mayoría de los puntos los sumamos en 60 y 118 y llegó, otra vez: la promoción. Y fue en casa donde, sufriendo, con el corazón galopando, volvimos a quedar en primera. En realidad el equipo, porque los hinchas de Gimnasia siempre fuimos, somos y seremos de primera. Aunque nuestro equipo no juegue como el campeón Argentinos Juniors (un equipo con cancha) siempre estamos.
Y siempre estamos gracias a ese que late ahí adentro, valiente, galopando en partidos como frente a Rafaela o como el clásico. ¿Cuántos corazones había éste domingo? Se desbordó todo. Todo repleto. Todo pasión. Así es Gimnasia.
Pobre corazón. Ahora hay que parar. Hacer una pausa. Pensar a ver que se puede hacer, entre todos, para mejorar y no tener que padecer tanta presión. Autocrítica. Proyectos a largo plazo para fortalecer el club, su patrimonio y su semillero. Pero en serio. Sin figuretismos. Sin salvadores ni urgencias que nos hacen caer siempre en los mismos resultados. Cuidando lo propio.
Siendo agradecidos con nuestros hinchas, que tanto y tanto han dado. Con nuestro Bosque que tanto nos protege y que es por sobre todas las cosas: una fábrica de triperos. Con nuestro futuro, los pibes, asegurándonos que no les falte una camisetita de Gimnasia y medios para ir al Bosque a aportar su granito de aliento, a NINGUNO, en ningún barrio.
Priorizando eso que es fuerte, que aguanta, que resiste, que nos hace distintos, que late y galopa en azul y blanco: el corazón tripero, los corazones triperos.
Construir entre todos un club fuerte, en etapas, con estadio propio, con semillero, con muchos socios, con identidad popular para estar presente siempre mayoritariamente en todos lados, es la mejor forma de que vengan las alegrías deportivas que los corazones triperos, largamente merecen. Amén. Rafa Ton


viernes, 21 de mayo de 2010

¿Qué esperamos el domingo?

Qué cuando termine el partido el hincha del Lobo pueda quitarse el chaleco antibalas, así golpeado como está y descansar un tiempo. Qué ese tipo que se gastó horas y el dinero que no debería en ir a Rosario, a Rafaela y puteó si se quiere pero más cantó “Dale Lobo” tenga su debido descanso.
Qué ese hincha de Gimnasia que paga la cuota, que se banca que lo manden a jugar un viernes laboral a las 14 horas con Lanus, un clásico en febrero también en día laborable y un partido importantísimo con Chacarita en La Paternal, también a mitad de semana. Y siempre fue y alentó y seguirá estando: tenga un premio. Porque nunca nadie le pide disculpas por estas cosas que tiene que pasar. Nunca nadie le palmea el hombro. Juega en Banfield y lo hacen dar vueltas y gastar gasoil y esperar y llegar justo y el partido sale mal. Y nadie nunca le pide perdón, reconoce un error o le reconoce de algún modo esa fidelidad que no abunda en estos tiempos. Está bien, el hincha elige atar su destino a los colores, nadie lo obliga (quizás su corazón) pero alguna vez podrían tirarle una buena, entre tanta suba de precios, entre tanto pelotudo de la televisión que llama “barra brava” a todo aquel que no permanece sentado y que putea o cuelga una bandera.
El Tripero que no le da lo mismo jugar en cualquier lado porque quiere su bosque (el nuestro) y no le cabe el modelito de la comodidad sin colores, compartida con los amargos, y el que entiende códigos y sabe que al pibe que viene del club se le tiene más paciencia que al extraño que pasa y sigue de largo. Es el hincha de Gimnasia que en cada fiesta, cada navidad, cada cumpleaños, reserva un brindis muy especial para su (nuestro) club. Ese merece un descanso, una alegría. El resto también si quieren, los jugadores, el cuerpo técnico, pero sobre todo, el Tripero, el que grita, el que salta, el que a veces putea pero bajo ninguna circunstancia abandona.
Si las cosas salen bien, los que tienen la posibilidad de jugar, de meter, de transpirar la camiseta, deberían decir a los cuatro vientos: “esto es para ellos, los que se suben a los micros y flamean banderas. Ellos que ponen y ponen. Como nadie. Fieles. Y que si alguna vez me putearon, es cosa de hombres, es cosa broncas que pasan. Pero ellos son la sangre del club. Sin ellos no habría: partidos televisados, cuotas, gorros, fama, estadios, fiesta…”.
Los hinchas de Gimnasia en sus banderas no pintan quejas de deudas, se pintan promesas de amor. Se pinta el aguante. Berisso, Ensenada, La Granja, Villa Arguello, El Dique, Regatas, Monasterio, Villa Elvira, Los Hornos, Tolosa, Villa Elisa, Ringuellet, Altos San Lorenzo, el Mondongo, La Plata, alrededores, sus barrios entrañables, quedan aferrados al alambre y se hacen tela y grito.
El domingo que viene. Si nos toca reír, es un premio merecido para la mayor parte de la hinchada, la amplisíma mayoría. Un premio qué se gana con cada partido pero también contando el que viene, hay que poner un poco más, dice la canción, y así es. Y el anhelo que los que defienden la gloriosa casaca, dentro del campo de juego prueben que están a la altura de las circunstancias. Hay un pueblo detrás que espera lo mejor de ellos y ellos tienen la oportunidad de brillar.
Lo que viene después, es otra historia, donde todos tenemos que participar. Donde todos tenemos que replantear muchas cosas seguramente, para que no sean constantes finales de “abajo” y podamos crecer como club, con obras propias y trabajo, para tener la infraestructura en el futuro para construir cada vez, mejores equipos. La autocrítica es necesaria para mejorar. La humildad es el único colchón real que tienen las caídas. Qué no nos pase como a otros que por festejar antes de tiempo, llenaron de humo sus ojos y terminaron llorando por un gol. Nunca hay que festejar antes de tiempo, Triperos, ni creer que “ya está”. El respeto es un boomerang. Y mucho menos hacer como otros necios que llegan a justificar lo injustificable (les faltó decir que cierto jugador desleal le pegó con la cara en el codo al yogurisimo).
Pero vayamos a lo nuestro que es lo importante: El apoyo en estas horas es fundamental. El domingo: uno al lado del otro, gritando lo mismo y para adelante, con esperanza y con la pasión de toda la vida: ¡Vamos Gimnasia! Nuestros hinchas, que siempre fueron, son y serán de primera, se merecen una alegría. Rafa Ton

lunes, 17 de mayo de 2010

LO QUE ES TENER CANCHA ¿NO BICHI?

Argentinos salió campeón. Festejó en su barrio. En su estadio. Unos días antes, Claudio Borghi, su técnico pudo decir con un orgullo compartido con todos los socios del "Bicho": “Argentinos tiene cancha” (el que salió segundo no puede decir lo mismo). Hace un tiempo atrás Banfield amplió y renovó su estadio, sin dejar de ser local. Después salió campeón. Vélez desde hace años tiene presupuesto asignado para su estadio. Se vende un jugador y un porcentaje se usa en el Amalfitani. No es una pérdida, es inversión. Y ese pensamiento, el no quedarse solo en los resultados deportivos y jugadores, lo ha llevado a tener una institución fuerte que consigue los mejores resultados. ¿Qué hizo Colón antes de entrar por primera vez en su historia en la Copa Libertadores y mantenerse en primera?...¡Adivinó!: remodeló su cancha. ¿Qué hizo Newells Old Boys, un año y medio antes de salir campeón en Parque de la Independencia?...amplió y remodeló su estadio (única obra de esa etapa). Pero claro para eso hay que sentarse y hablar de proyecto de club, de proyecto de estadio. En Gimnasia tenemos hace 15 años a un Arquitecto (Luís Díaz) socio, tripero que recorre todas las canchas alentando al Lobo con un proyecto para hacer más grande el estadio y más grande a Gimnasia. Desaprovechado. Ignorado muchas veces. Es un proyecto en etapas. Un proyecto que llevaría a que en el futuro estuviéramos más orgullosos todavía del club. Recordando que Chebel (ex presidente de Lanús) o Raúl Gámez (Vélez) no necesitaron billetera gorda, no son millonarios y sus clubes han crecido enormemente en los últimos años. En etapas. Simplemente llevaron a cabo un proyecto. Y al principio se bancaron varias jodidas pero siguieron construyendo o mejorando. Intentando sumar socios, construyendo su estadio, cuidando su semillero. Y así se llega. No esperando milagros o golpes de suerte. No se necesitan presidentes salvadores con dinero sino con ideas y liderazgo para formar grupos de trabajo de gente que sepa y todos sepan que club quieren. Las obras en un club son la única prueba de que se está en marcha. No hay versos. Los equipos de trabajo son infinitamente mejores que una sola persona con dinero que después se creerá con más derechos que el resto de los socios y casi dueño de las obras que ayudó a llevar a cabo. Gimnasia tiene un potencial nunca bien encaminado: su gente. La mayoría no pertenece a la clase media más pudiente pero son muchos y con muchas ganas de que todo éste mejor. Tienen una fidelidad que nunca se encausó. Hay que llamarlos, incluirlos y darle la oportunidad de poder ayudar, cada uno con lo suyo. En los años noventa en Argentina, creció la idea de que una platea de cien pesos vale más que ocho populares de veinte. También nos repitieron qué es lo mismo el que se sienta a ver televisión y le pagaba un codificado a una empresa que le daba limosnas a los clubes que el tipo que con esfuerzo paga cuota de socios, pasajes, viajes y entradas de visitante y lleva la bandera de su club. Pero los hinchas de Gimnasia somos distintos. Gimnasia es un club aparte de esta dimensión. Cualquier otra hinchada que hubiera sufrido los golpes, las traiciones, las promesas incumplidas, los precios, los maltratos, las desilusiones que sufrieron a lo largo de la historia los hinchas de Gimnasia, ya no existirían como hinchada. Serían un puñado de personas. Sin embargo la hinchada de Gimnasia sigue creciendo, sigue siendo una leyenda viva. Sigue siendo una isla de locos que pocos entienden y que el día que se unan los triperos para construir y no para soñar solamente, no va a ver rival que lo pueda detener. Hay que tener cuidado con el egoísmo. Es una enfermedad a veces fomentada por los grandes medios que trae los peores resultados. El tipo que ignora que San Lorenzo, Banfield, Lanús, Vélez, Argentinos, prueban que cuidar su estadio, su localía, ha ayudado a esos clubes a conseguir títulos, es el mismo que te dice “no me importa donde juega Gimnasia, lo que importa es que gane….” La traducción es: “no me importa la gente, el club, solo yo, mi disfrute. No me importa que se construya de a poco un club creador de equipos competitivos que podrán salir campeón. No quiero hacer nada pero me quejo porque quiero que haya gente que haga todo como yo quiero para que yo festeje”. ¡Basta de “yo” en Gimnasia!. “yo lo salvo - yo compro - solo me importa si yo lo veo cómodo el partido, por más que el patrimonio del club se abandone” Porque eso nos va llevando a un club desarticulado. Y un club desarticulado pierde, siempre pierde. ¿Cuando va a andar mejor Gimnasia? Cuando logre hacerse fuerte como club. Cuando te duela que haya hinchas de Gimnasia que no puedan ir a una cancha visitante porque no tienen plata y entonces tratas de poder hacer algo por ayudarlos. Porque podrías ser vos. Cuando te tocan los colores de la camiseta y saltas a protegerlos. Cuando comprobás que no necesitas un mesías con guita que, por ejemplo, organizando un partido donde vayan 15.000 triperos a la popular y paguen 10 pesos cada uno, ya juntaste 150.000 pesos. En una tarde, sin contar plateas o televisión o venta de camisetas. Y eso marca que trabajando en eventos así (con precios populares) y sacando dos pesos por partido de cada bono, en un año podemos tener un estadio con mucha más capacidad, terminado. Y de la misma forma, generando recursos, podemos hacer crecer el predio el Bosquecito y podemos hacer crecer la pensión y a los pocos años, tenes todo para que vengan muchos pero muchos chicos al club, y quieran al club y lleguen a primera y se armen buenos equipos porque habrá mucho para elegir. Cancha grande, propia, llena de socios y equipos competitivos pero no de casualidad, sino que se vayan forjando en el club. Eso no te lo va a regalar un “iluminado”. Eso se construye exigiendo a cualquier comisión directiva: que de cada cuota y de cada venta de jugadores, use un porcentaje para obras. A partir de allí, un poco de paciencia, que es lo que hemos tenido durante tanto tiempo, pero con la diferencia que estaríamos acompañando el crecimiento, el ladrillo a ladrillo de algo que será fuerte y no un “a ver que pasa este año con tal goleador o si zafamos o no”. Hemos gastado millones en “aves de paso”. Piensen que club, que estadio, que predio para las inferiores, podríamos tener hoy si se hubiera impuesto hace unos 15 años que (por decir una cifra) el 25% de la venta de cada jugador se utilice obligatoriamente en obras en nuestro estadio y en el Bosquecito. Hagamos cuentas, el 25% de la venta de Facundo Sava, Gonzalo Vargas, Nicolás Frutos, Diego Alonso, Lucas Lobos, Lucas Licht, Andrés Guglielminpietro, “Chirola” Romero, Roberto “Pampa” Sosa, Leandro Cufré, Nicolas Cabrera, los “mellizos” Barros Schelotto. ¿Se imaginan el estadio localista y moderno que tendríamos, mientras los vecinos están pululando por Quilmes? ¿Se imaginan un Bosquecito con pensión incluida y los mejores vestuarios, donde pibes de todos lados vendrían a probarse sabiendo que Gimnasia tiene infraestructura y los trata bien? Recordemos que Gimnasia vendió a Diego Alonso al Valencia, a Sava a Inglaterra, al Pampa al Udinese, a Yllana al Brescia, Teté González a la Lazio, es decir, algunos por más, otros por menos pero no se fueron de Gimnasia a un club del nacional B. Y el hecho de no haber construido, no es un pecado de una comisión directiva, o dos, o tres. Es también un error de los socios de no pedirlo y de no involucrarse un poco más. Quizás la ansiedad, poner el carro antes que el caballo, es decir querer tener el equipo armado antes que el club armado y bueno, los resultados están a la vista…. Pensemos si en lugar de pagar sueldos de Cornejo, de Civelli, de Muller, se hubiera usado ese dinero para mejorar las plateas, levantar baños o ampliar populares en 60 y 118 o construir un vestuario en el Bosquecito o hacer campaña para aumentar socios…¡qué distinto panorama habría!. Hace años que todos decimos que hay que tener los dos líneas con la hinchada local atrás. Se puede hacer, no se hizo. Hace años que se sabe la imagen vende: estadio lleno, significa potenciales clientes, potenciales publicidades de quienes quieren vender. Agrandar el estadio y procurar que se llene siempre, también es importante. Hace años que sabemos que la mayoría de la gente de Gimnasia es humilde, entonces no hay que ir a ofrecerles sorteos o descuento en tarjetas de crédito en viajes al exterior, hay que buscar que puedan ingresar al menor costo posible la mayor cantidad posible y así que se vuelvan a acostumbrar a alentar a su equipo y no quedar afuera resignados a mirarlo por televisión. Todos queremos tener un lugar tripero en el Bosque o en la sede, donde poder alquilar para festejar: cumpleaños, casamientos, aniversarios, todo en azul y blanco. Pero tampoco se ha hecho. Todos decimos ¡Qué bueno sería que Gimnasia confeccionara su propia camiseta, que hubiera un miembro de comisión directiva exclusivamente dedicado a eso. Logrando que fuera más barata y a la vez generara más ganancia al club. ¡Qué lindo sería ver al Bosque repleto, que nadie quede afuera, que haya lugar para el que se quiere sentar pero también espacios para el que quiere saltar y se quiere hacer escuchar!. Qué todos tengan la posibilidad de ser socios de forma igual, con iguales derechos, el que tiene casa y auto carísimo y el que alquila una casa muy humilde, porque todo eso es Gimnasia. Y que el Bosque sea nuestro orgullo, azul y blanco y donde el visitante se sienta más visitante que nunca. No es cuestión de señalar culpas, porque una queja sin propuesta no sirve de nada, al revés. Es cuestión de que todos los Triperos aportemos lo mejor de nosotros, que es mucho y entonces vendrá lo mejor: el club como lo soñamos, forjador de grandes equipos, convocando multitudes, en un bosque remodelado y unidos en solo grito: Ginasiá!