jueves, 30 de septiembre de 2010

Mucho más que la caída del equipo me preocupa el crecimiento del club.


Cuanta más participación de los socios hay, cuantos más socios se suman, cuanto más se invierte en patrimonio, mejores resultados se obtienen.
Hay personas que siguen evaluando o confundiendo el gasto con inversión. Creen que es mejor gastar en un jugador (un Graf de 36 años, un Pellegrino de 24) a ver si “sale bien” que invertir en divisiones inferiores o hacer crecer el estadio propio para que genere más ingresos que no tendríamos que compartir con nadie: serian ganancias netas para nuestro club.
Lamentablemente Gimnasia-institución tomó decisiones que fueron absolutamente contrarias a esta lógica que hoy permitiría tener más jugadores nuestros, mayores probabilidades de ingreso por venta y mejores instalaciones propias para socios y deportistas.
El 4 a 1 en el Bosque en el 2005 marcaba una diferencia que iba más allá del resultado: ellos tenían que alquilar cancha…nosotros los aplastamos con la hinchada y en el campo de juego lo dejamos sin posibilidades de pelear el torneo. Ellos venían con el peso que significaba que hacía 10 años que no podían ganar en 60 y 118. Es más, Gimnasia llegó a pelear ese año el torneo. ¿Apuntalamos esto? No. Gimnasia se empezó a desarmar ¿la formula?: Alquilar un predio ajeno y dejar el estadio propio desmantelado. Los socios iban a 25 y 32 a ver perder clásicos, pagando los bonos más caros del fútbol argentino. Se vendió a Frutos, Lobos, Vargas, Licht, Cabrera, para traer a... Cornejo. Después llegó Maturana de técnico y pasaban los partidos y el promedio iba cayendo cada vez más. No hubo piletas subterráneas, no hubo manager, no hubo esponsores internacionales en la camiseta. Boca, River, Racing venían a La Plata tranquilitos y en 25 y 32 nunca perdieron con Gimnasia. Sumándole a esto, los clásicos, la peor goleada en contra y los chicos, nuestros chicos, crecieron y viendo eso.
Y hago un salto a otra fecha, el día después del 12 de julio, el día que tendría que haber cambiado la historia…A partir de allí, otra vez el concierto de desaciertos. Si el 13 de julio la comisión directiva organizaba un partido para empezar a reconstruir el estadio del Bosque o para juntar dinero para apuntalar el semillero con obras en serio y llamaba a cuatro o cinco ex jugadores: ¡quedaba gente afuera! Y ni hablar si se hacia una asamblea general y se empezaba a proyectar y trabajar con todo aquel que se sumara. Porque eso si servía y no las uniones a dos meses de las elecciones donde algunos aprovechan para hacerse conocidos, otros para ver si agarran algún cargo”.
Gimnasia ha sido una máquina de desaprovechar oportunidades. Seguramente los socios hemos pensado, en mejor o mayor escala, más en el equipo que en el club que lo sustenta y allí radica el gran problema.
Gimnasia no tiene bajo promedio por una sola razón. Hoy tenemos fresco en la memoria que se compraron jugadores que no rindieron. Hoy, lo dije a poco de su llegada y lamentablemente no me equivoqué: Cocca es un invento de los medios, alguien que parece no saber coordinar un grupo y que nunca obtuvo resultados, que se fue mal de Godoy Cruz de Mendoza (y que Asad sin ser prolijito y gritando consiguió mucho más) Cocca estuvo un torneo entero y recién se enteró con Rafaela que el negro Marco Pérez pateaba tiros libres; le trajeron ocho refuerzos y lo llevaron de pretemporada a Cancún. Colgó, sacó (en algunos casos sin dar la cara) y cambió lo que se le ocurrió en el plantel, pidiendo entrenamientos a puertas cerradas y con cero autocrítica obtuvo bajo su dirección: 30 puntos en 29 partidos y menos de un gol por partido…
Pero hay algo peor que esto. El club que lo dejó hacer. El club que se ató exclusivamente al destino de un técnico que no entiende lo que es Gimnasia. Porque si no fuera por los socios que no pertenecen a esta comisión directiva y que pintan el bosque, construyen el buffet en el bosquecito e intentan levantar el edificio para la concentración en Estancia, Gimnasia no genera nada.
No se ha organizado un evento, un partido, no se ha traído un esponsor importante, ocho, nueve carteles de distintas formas y color en el Bosque, que dan un aspecto horroroso al hueco que tampoco supieron llenar. El “logro” sería usar la plata que da la fundación del estadio de Tolosa, es decir esa devolución en cuotas de lo que se pagó por alquilarlo…y con eso hacer un gimnasio en la sede…
Realmente una pena. Da la sensación que el Pampa, Chirola y Messera podrían haberse ido de otra forma. Da la sensación de que Marito Díaz estuvo desaprovechado, alguien que sabe muchísimo de fútbol, que tiene vinculaciones y experiencia como pocos en el fútbol argentino y que ama a Gimnasia, es seguro que podría haber dado mucho más y sería importante que la próxima comisión directiva tendría que tenerlo en cuenta. Da la sensación que se hicieron las cosas a mitad de camino: se volvió al Bosque pero hoy, tras no aprovechar el parate del estadio cdlp, lo dejan en la misma posición que hace unos años, como actuando con demasiada tibieza para todo, como si una hoja de tilo pesara más que un bosque, como si creyeran que Gimnasia no puede hacer frente a nada. Da la sensación también, que se creyó que el único camino para salir de todo era vender un jugador y no se buscó ninguna otra salida. No hubo golpes de timón ni autocríticas en Gimnasia pero ojo, esto no es de esta comisión directiva, también atañe a las pasadas y a parte de la oposición, sin dudas. La misma falta de humildad de algunos que nunca hicieron algo por ayudar al club, no conocen el Bosquecito, no los respalda ninguna agrupación porque no tienen gente ni historia en Gimnasia y creen que porque tienen plata es fácil y se auto-candidatean a presidente, a dos meses de las elecciones. Eso es tan terrible como lo anterior. Y también a uno mismo, habría que ver si cada uno de nosotros se involucró como debía e hizo las cosas lo mejor que pudo. Porque da la sensación de que no hay mejores hinchas que los hinchas de Gimnasia pero que deberíamos ser mejores socios.
Hoy, más allá de la bronca espontánea que sentimos todos, es momento de empezar a reconstruir y apuntalar lo nuestro, cada uno con lo que quiera y pueda aportar. Sinceramente, revertir la situación futbolística con estos puntos heredados es más que difícil, Cocca nos deja un plantel muy pobre. Seamos concientes de eso, no hay gran jerarquía. Pero si nos enloquecemos, obramos por calentura o desesperación, nos puede ir mucho peor. ¡Basta de buscar salidas mágicas!.
Si con toda la fuerza y sin salirse un milímetro, reconstruimos lo nuestro, empezamos a cimentar un club fuerte, en pocos años, con la gente que tiene Gimnasia, somos mucho más que Vélez, mucho más que Lanús o que la mayoría de las instituciones de primera. Construir lo propio sin otros colores ni formas que las nuestras, obsesionados por tener un club fuerte, constructor, con buena imagen y de esta manera tener equipos nuestros, surgidos de nuestra cantera y en nuestro bosque, cada vez más grande para que se hagan chiquititos a los visitantes. ¡Qué todos se sientan como se siente caperucita cada vez que viene al bosque del Lobo! Utilizar y potenciar lo mejor que tenemos y aprender de los errores.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Unidad no es rejunte


Crisis. Uno que es optimista crónico (en algunos aspectos) recuerda siempre aquello que en chino “crisis” es la unión de dos ideogramas y que una crisis puede ser tomada como una oportunidad.
En occidente la palabra crisis señala el momento de mutación durante una enfermedad, que puede desembocar en un estado de empeoramiento o de mejoría del convaleciente. También se aplica a puntos de inflexión que marcan momentos de inestabilidad.
¿Gimnasia está en crisis?
Pareciera que sí. Hay azotes que han pegado durísimo en el pueblo tripero. Los cimientos de estos problemas son profundos. Aunque duela decirlo pero es la pura verdad.

Gimnasia no construye.
Hace años. Así estamos.

Gimnasia se somete a los vientos ajenos. Trata de zafar. Intenta poner parches. Hay socios que buscan salvaciones mágicas. Hay socios que ponen todo su amor (y son héroes en ésta historia) en distintos sectores. Pero no hay un plan organizado. No hay una constante. Hay resignados que piensan que Gimnasia no puede afrontar nada grande, propio (esto, sin dudas, es lo peor que nos puede suceder) y hay poca memoria.
Hay gente que pide unidad, lo hace con toda buena voluntad pero comete errores graves.
Si el club sigue sin construir como la mejor forma de crecer, el club pasa de la crisis a terapia intensiva (con todo lo que ello implica). Detrás de cada resultado de Vélez o de Lanús, sosteniéndolos: hay un club que se reconstruyó primero.
Pero hay gente que no piensa así, sigue sosteniendo que no hay que construir ni sumar socios que toda inversión es gasto, piensan que hay que pedir plata para “comprar jugadores y ver si nos sacamos la lotería de salir campeón. Compartiendo estadio con nuestros rivales, el estadio que diseñaron ellos y donde nuestros pibes sufrieron la peor goleada en contra, sin que nadie de los propulsores de ese engendro pidiera alguna vez perdón y se hiciera cargo. Pero hay gente que quiere conseguir plata para jugadores, jugar en cualquier lado y quejarse del hueco en 60 y 118 en lugar de levantar una platea y cambiar un poco el maquillaje de la imagen y vendiendo camisetas y gorros. Ese sería el “otro” modelo.
Que quede claro: Es imposible la unidad entre ambos modelos. O seguimos apostando mientras los pibes que defienden nuestra camiseta se bañan en Estancia Chica con agua fría en invierno, mientras el patrimonio no se cuida orgánicamente y mientras se gasta en los “Muller” los “Cornejos” o los “Casas”. O empezamos a construir más allá de los resultados para - en un par de años - empezar a tener buenos resultados gracias a tener un club sólido.
Que la impaciencia no nos haga tropezar otra vez. Porque las heridas y moretones son cada vez peores, cada vez hacen más daño.
Unidad tras objetivos: si. Rejunte: no.
Roberto Vicente, quién se negó a dar una asamblea durante su presidencia, desechando el pedido de casi mil trescientas firmas (con 600 alcanzaba) presentadas por mesa de entrada y llevadas en mano por Néstor Basile y muchos más socios, éste ex–presidente hoy figura en una mesa de consenso…recordemos que al tiempo de desechar el pedido de 1237 socios que juntaron aquellas firmas en poco más de 48 horas, presidía y cobraba un sueldo (él, no el club) como integrante de la fundación conjunta con nuestro club rival.
Vale, cerrando esto, un recuerdo: hace unos años fui a Uruguay y en una charla de actualidad y política de ambos países un uruguayo me dijo algo que me quedó grabado: “De La Rúa lleva al ministro de economía del gobierno anterior (Cavallo) para arreglar el desajuste económico que hizo el gobierno anterior. ¿Los argentinos realmente piensan que eso puede traer algo bueno?”…Ya se sabe como terminó todo.
Los que obraron autoritariamente, tiempo atrás, hoy no deberían pedir consenso, deberían pedir disculpas al pueblo tripero. Ese pueblo tripero que no recibió sueldo de la fundación estadio de Tolosa, ese pueblo que pagó de su bolsillo la cuota que hizo que Gimnasia siguiera vivo y ese pueblo que al otro día de alguna derrota está juntando dinero para volver a alentar a su Lobo, ese pueblo, de una vez por todas, merece que se CONSTRUYA, me refiero al sentido amplio de la palabra, construir en grande todo: divisiones inferiores, estadio, bosquecito, pensión, vestuarios para los pibes que defenderán nuestra camiseta y en cada rincón. Es el espíritu de los socios que apuntalan e integran “Por y para el Bosque, es el espíritu de los socios que tratan de construir el vestuario de primera en Estancia o de los socios que van todos los días al Bosquecito a terminar de construir un bufet o arreglar una cancha para los más chicos. Los socios que hacen eventos para ayudar a la pensión. Construyen sin pedir. Eso, multiplicándolo y organizándolo, hará grande a Gimnasia. Buscando soluciones no excusas, trabajando, todo para el crecimiento de Gimnasia exclusivamente, todo en azul y blanco, como debió ser siempre.
Rafael Ton
*Imágen de la platea H terminada del proyecto ecológico y que se puede ir construyendo en etapas: 60-118 del arquitecto Luis Díaz.