lunes, 17 de mayo de 2010

LO QUE ES TENER CANCHA ¿NO BICHI?

Argentinos salió campeón. Festejó en su barrio. En su estadio. Unos días antes, Claudio Borghi, su técnico pudo decir con un orgullo compartido con todos los socios del "Bicho": “Argentinos tiene cancha” (el que salió segundo no puede decir lo mismo). Hace un tiempo atrás Banfield amplió y renovó su estadio, sin dejar de ser local. Después salió campeón. Vélez desde hace años tiene presupuesto asignado para su estadio. Se vende un jugador y un porcentaje se usa en el Amalfitani. No es una pérdida, es inversión. Y ese pensamiento, el no quedarse solo en los resultados deportivos y jugadores, lo ha llevado a tener una institución fuerte que consigue los mejores resultados. ¿Qué hizo Colón antes de entrar por primera vez en su historia en la Copa Libertadores y mantenerse en primera?...¡Adivinó!: remodeló su cancha. ¿Qué hizo Newells Old Boys, un año y medio antes de salir campeón en Parque de la Independencia?...amplió y remodeló su estadio (única obra de esa etapa). Pero claro para eso hay que sentarse y hablar de proyecto de club, de proyecto de estadio. En Gimnasia tenemos hace 15 años a un Arquitecto (Luís Díaz) socio, tripero que recorre todas las canchas alentando al Lobo con un proyecto para hacer más grande el estadio y más grande a Gimnasia. Desaprovechado. Ignorado muchas veces. Es un proyecto en etapas. Un proyecto que llevaría a que en el futuro estuviéramos más orgullosos todavía del club. Recordando que Chebel (ex presidente de Lanús) o Raúl Gámez (Vélez) no necesitaron billetera gorda, no son millonarios y sus clubes han crecido enormemente en los últimos años. En etapas. Simplemente llevaron a cabo un proyecto. Y al principio se bancaron varias jodidas pero siguieron construyendo o mejorando. Intentando sumar socios, construyendo su estadio, cuidando su semillero. Y así se llega. No esperando milagros o golpes de suerte. No se necesitan presidentes salvadores con dinero sino con ideas y liderazgo para formar grupos de trabajo de gente que sepa y todos sepan que club quieren. Las obras en un club son la única prueba de que se está en marcha. No hay versos. Los equipos de trabajo son infinitamente mejores que una sola persona con dinero que después se creerá con más derechos que el resto de los socios y casi dueño de las obras que ayudó a llevar a cabo. Gimnasia tiene un potencial nunca bien encaminado: su gente. La mayoría no pertenece a la clase media más pudiente pero son muchos y con muchas ganas de que todo éste mejor. Tienen una fidelidad que nunca se encausó. Hay que llamarlos, incluirlos y darle la oportunidad de poder ayudar, cada uno con lo suyo. En los años noventa en Argentina, creció la idea de que una platea de cien pesos vale más que ocho populares de veinte. También nos repitieron qué es lo mismo el que se sienta a ver televisión y le pagaba un codificado a una empresa que le daba limosnas a los clubes que el tipo que con esfuerzo paga cuota de socios, pasajes, viajes y entradas de visitante y lleva la bandera de su club. Pero los hinchas de Gimnasia somos distintos. Gimnasia es un club aparte de esta dimensión. Cualquier otra hinchada que hubiera sufrido los golpes, las traiciones, las promesas incumplidas, los precios, los maltratos, las desilusiones que sufrieron a lo largo de la historia los hinchas de Gimnasia, ya no existirían como hinchada. Serían un puñado de personas. Sin embargo la hinchada de Gimnasia sigue creciendo, sigue siendo una leyenda viva. Sigue siendo una isla de locos que pocos entienden y que el día que se unan los triperos para construir y no para soñar solamente, no va a ver rival que lo pueda detener. Hay que tener cuidado con el egoísmo. Es una enfermedad a veces fomentada por los grandes medios que trae los peores resultados. El tipo que ignora que San Lorenzo, Banfield, Lanús, Vélez, Argentinos, prueban que cuidar su estadio, su localía, ha ayudado a esos clubes a conseguir títulos, es el mismo que te dice “no me importa donde juega Gimnasia, lo que importa es que gane….” La traducción es: “no me importa la gente, el club, solo yo, mi disfrute. No me importa que se construya de a poco un club creador de equipos competitivos que podrán salir campeón. No quiero hacer nada pero me quejo porque quiero que haya gente que haga todo como yo quiero para que yo festeje”. ¡Basta de “yo” en Gimnasia!. “yo lo salvo - yo compro - solo me importa si yo lo veo cómodo el partido, por más que el patrimonio del club se abandone” Porque eso nos va llevando a un club desarticulado. Y un club desarticulado pierde, siempre pierde. ¿Cuando va a andar mejor Gimnasia? Cuando logre hacerse fuerte como club. Cuando te duela que haya hinchas de Gimnasia que no puedan ir a una cancha visitante porque no tienen plata y entonces tratas de poder hacer algo por ayudarlos. Porque podrías ser vos. Cuando te tocan los colores de la camiseta y saltas a protegerlos. Cuando comprobás que no necesitas un mesías con guita que, por ejemplo, organizando un partido donde vayan 15.000 triperos a la popular y paguen 10 pesos cada uno, ya juntaste 150.000 pesos. En una tarde, sin contar plateas o televisión o venta de camisetas. Y eso marca que trabajando en eventos así (con precios populares) y sacando dos pesos por partido de cada bono, en un año podemos tener un estadio con mucha más capacidad, terminado. Y de la misma forma, generando recursos, podemos hacer crecer el predio el Bosquecito y podemos hacer crecer la pensión y a los pocos años, tenes todo para que vengan muchos pero muchos chicos al club, y quieran al club y lleguen a primera y se armen buenos equipos porque habrá mucho para elegir. Cancha grande, propia, llena de socios y equipos competitivos pero no de casualidad, sino que se vayan forjando en el club. Eso no te lo va a regalar un “iluminado”. Eso se construye exigiendo a cualquier comisión directiva: que de cada cuota y de cada venta de jugadores, use un porcentaje para obras. A partir de allí, un poco de paciencia, que es lo que hemos tenido durante tanto tiempo, pero con la diferencia que estaríamos acompañando el crecimiento, el ladrillo a ladrillo de algo que será fuerte y no un “a ver que pasa este año con tal goleador o si zafamos o no”. Hemos gastado millones en “aves de paso”. Piensen que club, que estadio, que predio para las inferiores, podríamos tener hoy si se hubiera impuesto hace unos 15 años que (por decir una cifra) el 25% de la venta de cada jugador se utilice obligatoriamente en obras en nuestro estadio y en el Bosquecito. Hagamos cuentas, el 25% de la venta de Facundo Sava, Gonzalo Vargas, Nicolás Frutos, Diego Alonso, Lucas Lobos, Lucas Licht, Andrés Guglielminpietro, “Chirola” Romero, Roberto “Pampa” Sosa, Leandro Cufré, Nicolas Cabrera, los “mellizos” Barros Schelotto. ¿Se imaginan el estadio localista y moderno que tendríamos, mientras los vecinos están pululando por Quilmes? ¿Se imaginan un Bosquecito con pensión incluida y los mejores vestuarios, donde pibes de todos lados vendrían a probarse sabiendo que Gimnasia tiene infraestructura y los trata bien? Recordemos que Gimnasia vendió a Diego Alonso al Valencia, a Sava a Inglaterra, al Pampa al Udinese, a Yllana al Brescia, Teté González a la Lazio, es decir, algunos por más, otros por menos pero no se fueron de Gimnasia a un club del nacional B. Y el hecho de no haber construido, no es un pecado de una comisión directiva, o dos, o tres. Es también un error de los socios de no pedirlo y de no involucrarse un poco más. Quizás la ansiedad, poner el carro antes que el caballo, es decir querer tener el equipo armado antes que el club armado y bueno, los resultados están a la vista…. Pensemos si en lugar de pagar sueldos de Cornejo, de Civelli, de Muller, se hubiera usado ese dinero para mejorar las plateas, levantar baños o ampliar populares en 60 y 118 o construir un vestuario en el Bosquecito o hacer campaña para aumentar socios…¡qué distinto panorama habría!. Hace años que todos decimos que hay que tener los dos líneas con la hinchada local atrás. Se puede hacer, no se hizo. Hace años que se sabe la imagen vende: estadio lleno, significa potenciales clientes, potenciales publicidades de quienes quieren vender. Agrandar el estadio y procurar que se llene siempre, también es importante. Hace años que sabemos que la mayoría de la gente de Gimnasia es humilde, entonces no hay que ir a ofrecerles sorteos o descuento en tarjetas de crédito en viajes al exterior, hay que buscar que puedan ingresar al menor costo posible la mayor cantidad posible y así que se vuelvan a acostumbrar a alentar a su equipo y no quedar afuera resignados a mirarlo por televisión. Todos queremos tener un lugar tripero en el Bosque o en la sede, donde poder alquilar para festejar: cumpleaños, casamientos, aniversarios, todo en azul y blanco. Pero tampoco se ha hecho. Todos decimos ¡Qué bueno sería que Gimnasia confeccionara su propia camiseta, que hubiera un miembro de comisión directiva exclusivamente dedicado a eso. Logrando que fuera más barata y a la vez generara más ganancia al club. ¡Qué lindo sería ver al Bosque repleto, que nadie quede afuera, que haya lugar para el que se quiere sentar pero también espacios para el que quiere saltar y se quiere hacer escuchar!. Qué todos tengan la posibilidad de ser socios de forma igual, con iguales derechos, el que tiene casa y auto carísimo y el que alquila una casa muy humilde, porque todo eso es Gimnasia. Y que el Bosque sea nuestro orgullo, azul y blanco y donde el visitante se sienta más visitante que nunca. No es cuestión de señalar culpas, porque una queja sin propuesta no sirve de nada, al revés. Es cuestión de que todos los Triperos aportemos lo mejor de nosotros, que es mucho y entonces vendrá lo mejor: el club como lo soñamos, forjador de grandes equipos, convocando multitudes, en un bosque remodelado y unidos en solo grito: Ginasiá!

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